Casual Day

casual Day
casual Day
Archivo
casual Day

La ópera prima del madrileño Max Lemcke (presentada en los Festivales de Málaga y San Sebastián), que ha contado en el guión con los excelentes y también noveles Pablo y Daniel Remón, tiene garra, buenos personajes e intención.

Como hicieron Roger Gual y Julio Wallovits en Smoking room y Marcelo Piñeyro en El método, Casual day critica el trabajo de empresa (esas compañías cuyo único bien visible es ganar dinero y después celebrar comidas con entrecots de dos dedos de grosor), el machismo imperante, el tácito derecho de pernada o de vasallaje que los jefes, amparados en la ley y con la sartén por el mango, pueden invocar con la mejor de las sonrisas. Porque de eso se trata (Lemcke y sus guionistas lo han visto claro), de poner buenas caras y apuñalar por la espalda con caramelos envenenados de nombres molones como Casual day.

Un invento norteamericano de un día de supuesto relax y placer en el que se aprovecha campechanamente para confraternizar entre los trabajadores.

El cineasta ha logrado magníficas interpretaciones de su gran reparto, sobresaliendo el cada vez más importante Juan Diego, un veterano de mil batallas que a sus años todavía está creciendo.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento