El sector turístico de la Costa Brava sur ha vuelto a dar la voz de alerta con lo que se conoce como «turismo de borrachera» y que se intentó erradicar a finales de 2005. Los primeros turistas polémicos han aparecido poblaciones como Calella, provocando graves desperfectos.
Los operadores internacionales franquiciados en hoteles de la costa no dudan en volver a promocionar el
visitante de bajo coste hacia Catalunya. Se pone de moda lo que se conoce como «
bautismo de alcohol», la primera borrachera.
Agencias de viaje británicas están ofreciendo estancias turísticas de cinco días a pensión completa en Lloret, Blanes o Calella a precios irrisorios que no superan l
os 20 euros al día. Por 18 euros en un hotel de la costa, el turista tiene derecho al alojamiento y desayuno.
En Calella, una convención de
2.000 jóvenes universitarios ingleses, que realizaron una estancia de cinco días, ha provocado una serie de disturbios que ocasionaron roturas y destrozos en el mobiliario urbano por valor de 12.700 euros. Las despedidas de soltero van al alza en Barcelona ciudad.
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