Cientos de mujeres apoyadas por colectivos feministas se han lanzado a las calles de Ciudad de México en protesta frente a la actitud del gobierno respecto a la violencia contra las mujeres existentes en el país.

La indignación del pueblo mexicano va en aumento tras la denuncia de una niña de 17 años que fue presuntamente violada por cuatro policías el pasado 3 de agosto. La agresión se produjo cuando la menor regresaba de una fiesta de Azcapotzalco, el norte de la capital.

El polémica ha envuelto a este caso ya que los agentes de policía no están imputados. La procuradora de la ciudad, Ernestina Godoy, explicó que se sigue a la espera de que la víctima identifique a los agresores. "No vamos a fabricar culpables" declaró.

Estas declaraciones han provocado la resignación de centenares de personas que en colaboración con asociaciones feministas iniciaron una marcha este lunes hacia la jefatura policial de Ciudad de México, donde las manifestantes han exigido una respuesta contundente por parte de las autoridades.

Tras la visita a la jefatura policial, las protestas se han trasladado hasta la Procuraría de Justicia donde el ambiente ha empezado caldearse al no ser recibidas por las autoridades. Los incidentes han provocado daños en el edificio como pintadas en las paredes con mensajes contra la policía y la ruptura de las puertas de cristal de las instalaciones públicas.

Las protestas han estado lideradas bajo el hashtag #NoMeCuidanMeViolan y #LaPoliciaViola. Según ha publicado Infobae, los manifestantes han gritado frente a las autoridades frases como "Ni una más, no somos de su propiedad" o "¿quién nos cuida de la policía?",

Los colectivos feministas denuncian al menos otros tres casos similares en los que mujeres han sido agredidas sexualmente por agentes de policía en los últimos meses.

Una de las anécdotas que han dejado las protestas es el incidente sufrido por Jesús Orta, titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, al cual algunos manifestantes arrojaron diamantina color púrpura, mientras el jefe de policía comparecía ante los medios.

Orta aseguró antes las cámaras que los agentes acusados de la violación a la menor siguen de servicio, ya que no existe una imputación formal.

Tras las declaraciones del jefe de policía y el cierre de puertas del edificio, los manifestantes empezaron a golpear las puertas a patadas hasta romper los cristales.

Claudia Sheinbaum, jefa de capitalina, ha denunciado los hechos y dijo en rueda de prensa que la marcha no fue una protesta, sino un acto de provocación.

Respecto al caso de la menor de 17 años, la joven denunció ante la Fiscalía de Delitos Sexuales que al menos cuatro policías la agredieron sexualmente en la madrugada del 3 de agosto.