No los ahuyentan los radares, ni los controles ni el endurecimiento del Código Penal con sanciones hasta de cárcel por provocar un accidente. Hay muchos que aún se arriesgan a ponerse al volante tras beber o consumir otra droga: casi uno de cada cuatro detenidos por la
Policía Local en 2007 lo fue por conducir en ese estado.En total, 458 personas,
un 25% más que en 2006, según recoge la memoria de la actividad de este Cuerpo. Otra evidencia de las imprudencias es que tampoco descienden los test positivos de alcoholemia: de los
234 controles practicados en accidentes de tráfico el año pasado,
204 rebasaban la tasa permitida, 14 fueron negativos, 15 se negaron y a uno se le extrajo sangre. Mejor resultado arrojan los test preventivos: sólo el 0,3% fue positivo.
Pese a las estadísticas, resulta sorprendente que conducir más debido de la cuenta o tras consumir estupefacientes no sea aún la causa principal de los siniestros.El año pasado, por ejemplo, sólo estuvo detrás del
3% de los 7.468 accidentes contabilizados (308 más que en 2006). Porque la abrumadora mayoría siguen ocurriendo por
no guardar la distancia de seguridad ni respetar el ceda al paso o el stop.
Por su parte, los atropellos a los peatones se han reducido hasta 302. Mientras, desde 2005, 10 animales pierden la vida en las calles cada año.
Pillado ebrio al causar un choque
El pasado miércoles la Policía Local tuvo trabajo: ese día detuvo a seis personas por conducir con síntomas de embriaguez. Todos pasaron a disposición judicial. Uno de los arrestados, incluso, causó un accidente en la calle Virgen del Pilar y se le intervino un bote de pastillas de Tranquimazín y varias bolsas de estupefacientes que contenían cocaína y heroína.
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