Licenciado en Económicas, Teología y Filosofía, Monseñor Enrique Figaredo se presentó durante sus estudios universitarios como voluntario al Servicio Jesuita para los Refugiados, siendo destinado a los campos de refugiados camboyanos en Tailandia.

Años más tarde regresó a España para terminar sus estudios y ser ordenado sacerdote en 1992. Primero en Tailandia y después en Camboya, ha consagrado su vida a la reconstrucción social de los grupos más vulnerables y necesitados de aquella zona del mundo: niños, discapacitados, enfermos y ancianos.

Ha organizado numerosas iniciativas para recaudar fondos y ayudar a las víctimas de las minas antipersona.

Con el Servicio Jesuitas a Refugiados, ha fundado en Phnom Penh La Casa de la Paloma, donde se imparte educación y formación a los jóvenes mutilados por las explosiones.

Tras ser nombrado en el año 2000 Prefecto Apostólico de Battambang se instaló en esta provincia del noroeste camboyano, donde sigue ayudando a las comunidades afectadas por las minas y a los discapacitados.

A lo largo de estos años, han recibido el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia distintas instituciones y personalidades como Stephen Hawking, S.M. el Rey Hussein I de Jordania, Muhammad Yunnus, la Red Mundial de Reservas de la Biosfera y Unicef.

El Premio Príncipe de Asturias de la Concordia está destinado al reconocimiento de "aquella persona o personas, o institución cuya labor haya contribuido de forma ejemplar y relevante al entendimiento y a la convivencia en paz entre los hombres, a la lucha contra la injusticia, la pobreza, la enfermedad, la ignorancia o a la defensa de la libertad, o que haya abierto nuevos horizontes al conocimiento o se haya destacado, también de manera extraordinaria, en la conservación y protección del patrimonio de la Humanidad".

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE OVIEDO Y GIJÓN