Coordina proyectos de ayuda a refugiados y desplazados como el que ahora ha llevado a un grupo de alicantinos, de Caja Mediterráneo, a Colombia. La caja alicantina lo financia con 300.000 euros

¿En qué consiste la misión de la CAM con ACNUR?

Ha creado un centro social con colegio y locales de reunión, además de la oficina de ACNUR allí, en Apartadó. Participa sobre todo en salud infantil, y ayuda a que garanticemos la defensa de los derechos de estas personas.

¿Por qué los desplazados son un colectivo tan vulnerable?

Porque están en una situación de fragilidad legal dentro de su propio país. Sólo en Colombia, hay unos 2,5 millones. En este país la situación es muy grave: en algunos pueblos, tenían que encerrarse en casa a partir de las 7 de la tarde para evitar los combates. Y los paramilitares les fijaban un día para que se fueran.

¿Cómo afecta esta situación a los menores?

Muchos han visto su infancia castrada, pues han tenido que entrar en combate. Pero también hay otros que realizan labores de inteligencia o tareas domésticas. Normalmente son mujeres y las violan. El drama es muy agudo, porque son víctimas de los adultos, y lo más grave es que muchas veces esto pasa a formar parte de la vida cotidiana.

¿Los niños se unen a las guerrillas voluntariamente?

Se habla de que los niños, voluntariamente, se incorporan a los grupos armados, y no es cierto. Muchas veces se unen por la pobreza, por el hambre, por tener a alguien que les defienda... Algunos también son secuestrados.

¿Cuántos menores pueden estar desplazados?

No existe una cifra exacta, pero en el mundo, un 65% de los desplazados son mujeres y niños, menores de 15 años.

¿Cuántos pueden estar implicados en conflictos armados?

Se habla de unos 2,5 millones de menores muertos, y 6,5 afectados, también por catástrofes naturales. Además, hay 300.000 menores lesionados por minas antipersona.

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