De heróe cívico al banquillo de los acusados por la presunta violación de sus hijas

  • La fiscalia pide 476 años de cárcel.
  • Las niñas tenían 13 y 14 años.
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Unisa Mansaray enseña donde salvó al vecino pontevedrés en 2005.
Unisa Mansaray enseña donde salvó al vecino pontevedrés en 2005.
MERCEDES GARCÍA NIETO
Unisa Mansaray enseña donde salvó al vecino pontevedrés en 2005.

De héroe a bandido, esta es la historia de un africano que fue aclamado por el público pontevedrés cuando salvó la vida a un vecino de la ciudad que había caído en al río Lérez.

Pero poco tiempo le duró la buena fama... el año pasado fue detenido por presuntamente violar y vejar a sus dos hijas y hoy la Audiencia Provincial de Pontevedra le abrirá la vista oral y juzgará a Unisa Mansaray, el ciudadano de Sierra Leona afincado en Marín, para quien el fiscal solicita una pena de 476 años de prisión acusado de 31 delitos de violación, otro de agresión sexual y otro más de maltrato habitual en el ámbito familiar contra sus dos hijas.

La triste historia comienza cuando Unisa Mansaray logró en abril de 2002 traer a sus dos hijas a Marín, en donde residían en la calle Méndez Núñez, mudándose más tarde a la calle Jaime Janer. Entonces tenían 13 y 14 años cada una de ellas.

Dos meses después, según el escrito de acusación el fiscal, ambas comenzaron a vivir una auténtica pesadilla en el domicilio familiar.

Asegura el Ministerio Público que en junio de 2002 comenzaron las agresiones sexuales. Presuntamente, forzó primero a la mayor quien lo rechazó y posteriormente obligó a la más pequeña a mantener relaciones sexuales con él.

En ambos casos, las amenazaba diciéndoles que si no accedían a hacer lo que les pedía las enviaría de nuevo a África, dice el fiscal. Entre junio de 2002 y septiembre de 2003, Mansaray violó a su hija menor dos veces al mes, según el escrito de acusación.

El procesado presuntamente obligaba a sus hijas a levantarse todos los días a las seis de la mañana para que, antes de que se fueran al instituto, limpiaran la casa e hicieran la comida.

Insultos y amenazas

Las insultaba con frecuencia, asegura Fiscalía, y las amenazaba de muerte o con hacer daño a su madre biológica si contaban lo que les hacía. Otros de los "castigos" que les imponía el procesado era dejarlas sin comer o encerrarlas en casa.

Hoy el fiscal solicita que se le retire la patria potestad de sus hijas y que las indemnice con 30.000 y 25.000 euros. El acusado se encuentra en prisión provisional por esta causa desde desde el dos de enero de 2006.

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