El ADN confirmaría la inocencia
de un hombre que lleva 13 años preso

  • Rafale Ricardi fue reconocido por la víctima equivocadamente.
  • Las pruebas genéticas inculpan directamente a dos hombres.
  • La Justicia no está dispuesta a reabrir de nuevo el caso.
  • CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE CÁDIZ

Rafael Ricardi Robles fue arrestado en agosto de 1995 y desde entonces está cumpliendo dos condenas de 18 años tras ser declarado culpable de violar a una joven en El Puerto de Santa María (Cádiz). Él siempre se declaró inocente y ahora, trece años después, según informa El País, la policía asegura que hay pruebas de ADN que evidencian que Ricardi no fue el autor del crimen, sino otro hombre con cierto parecido físico a él.

Ricardi, un toxicómano vizco, fue identificado por la chica violada durante una rueda de reconocimiento. Ahí empezó su calvario. En el juicio, Carmen, que entonces tenía 18 años, afirmó que el violador "tenía un ojo a la virulé". Y eso, junto con un análisis genético dudoso, fue la perdición de Ricardi.

Los hechos,contados por la víctima, fueron los siguientes: Carmen regresaba a las tres de la madrugada del 12 de agosto de 1995 en un ciclomotor hacia su casa de la urbanización Vallealto de El Puerto de Santa María. La calzada estaba cortada por unas piedras. Era una trampa. Frenó y en ese momento cayeron sobre ella dos encapuchados que le obligaron a punta de navajas a ir a un cercano terreno de eucaliptos.

Fue maniatada y durante varias horas violada sobre una tabla. Arañó a uno de los agresores y le quitó parcialmente la capucha, logrando ver su mirada y que "tenía un defecto muy peculiar en la vista".

Nuevos sospechosos

A pesar de que el dictámen que condenó a Ricardi albergaba algunas dudas, la Audiencia de Cádiz le condenó a 18 años. Pero hace un año, en junio de 2007, la policía detuvo a Fernando P. G., un albañil de 58 años, acusado de maltrato familiar y que estaba ya fichado por abusar sexualmente de su hija. Tras obtener una muestra de ADN, la Policía Científica deictaminó que la huella genética que se había encontrado en él era la misma que la de cuatro violaciones anteriores, entre ellas la que tenía a Ricardi entre rejas, la de Carmen.

A la detención de Fernando P. G. se unió la sospecha de que otro hombre, Juan B. G., de 53 años, y ya en prisión, pudo haber sido su compinche durante el asalto a la chica. Efectivamente, las pruebas científicas y el parecido con el retrato robot de los sospechosos, así lo indica.

Llegado a este punto, los invrestigadores están convencidos de la inocencia de Ricardi, y sólo queda convencer a la Justicia para que reabra el caso. Un paso que parece que está poco dispuesta a dar, al menos de momento.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento