También destrozan los bancos, las papeleras, los columpios y rompen las botellas de alcohol, pese a que en le mismo jardín hay una escuela de infancia y está habilitado para perros, explicó a 20 minutos un grupo de vecinos temerosos de sufrir represalias en sus portales.

«Lo peor de todo es que la Guardia Civil los tiene que oír y no hacen nada. Además, últimamente vienen chicos de otras zonas a vender droga en el parque y no son sólo porretes», explicó una vecina que ya se ha enfrentado a los chavales en un par de ocasiones y ha tenido que salir corriendo.

La Policía Nacional ya es consciente del problema. El jueves de la semana pasada, la presidenta de la junta municipal de la zona, Ana Moreno, expuso el problema del barrio a los agentes y les y exigió que actúen en el parque de inmediato.

Sexo a la luz del día

Hace un mes, la Policía Local de Murcia tuvo que acudir al jardín porque una pareja se encontraba realizando el acto sexual en los toboganes a las 10 de la mañana. «Les avisé de que no eran horas y que podían verlos niños, pero la chica me contestó que me fuera, que aún no había acabado, mientras el chico me dijo que el parque era suyo y que si no me gustaba que cerrara los ojos», explicó una vecina que prefiere no identificarse.