Concretamente, tal como detalla el Ayuntamiento, habrían caído "algunas gotas" del agua de la refrigeración sobre 'Las postrimerías de San Fernando' (1887), de Virgilio Mattoni, un cuadro ubicado en el Salón del Almirante y cedido por el Museo del Prado. Sin embargo, la inspección de la restauradora constata que "no existe daños en el cuadro, ni siquiera por embolsamiento de la tela ni arrastre de pintura".

Ante ello, el concejal del PP Rafael Belmonte ha pedido que se "extremen todas las medidas de seguridad" para proteger los bienes que alberga este espacio que, "en ningún caso, pueden estar a merced de averías" y "máxime cuando son bienes que no corresponden a la titularidad del propio Alcázar sino que han sido cedidos o puestos en depósito por otras instituciones, como es el caso que nos ocupa con el Museo del Prado".

"Se presupone que cuando expones algo que no es tuyo debes poner mayor celo porque, no solo juegas con el patrimonio sino con tu propio prestigio", afirma. Por eso, se pregunta "dónde queda el prestigio del Alcázar cuando a un cuadro le cae agua por una avería y cuando sus paños de cerámica se están desprendiendo como un puzle de las paredes".

Belmonte expone, por ejemplo, que a Patrimonio Nacional, titular de los tapices que se exponen en el salón del mismo nombre "le puedan ocasionar serias dudas si los bienes que les pertenecen están a buen recaudo con la más que cuestionable gestión del patrimonio que se está haciendo en el Alcázar".

En este sentido, recuerda que todavía está a la espera de la elaboración de plan director de actuaciones en relación con el patrimonio histórico de la ciudad de Sevilla, "en el que debía haberse comenzado a trabajar desde que se aprobó la referida propuesta del Grupo Popular del Pleno Municipal de 25 de noviembre de 2016".

Explica que dicho plan director debe contemplar una programación de medidas e intervenciones a ejecutar en sucesivas anualidades, con la participación de los grupos políticos municipales, técnicos municipales, así como profesionales y asociaciones de las distintas disciplinas relacionadas con el patrimonio histórico artístico.

Sin embargo, afirma que "más de dos años después el gobierno municipal no ha hecho más que presentar un inventario de bienes histórico-artísticos municipales, sin plantear un cronograma de actuaciones con su correspondiente financiación", y licitar la contratación de una empresa para redactar un plan director, pero

"reducido al Patrimonio municipal y que, además, ha quedado desierto".

"Es preocupante que más de dos años después de que se decidiera en el Pleno municipal la necesidad de elaborar dicho plan director, Espadas no haya sido capaz ni de elaborar por sus propios medios dicho plan, ni de hacer una oferta lo suficientemente atractiva como para que entidades privadas opten a contratar con el Ayuntamiento su elaboración", concluye Belmonte.