Un día triste y apagada. Y al día siguiente fresca y sonriente. Letizia nos ha mostrado dos caras en apenas 24 horas. Dos caras totalmente opuestas. El miércoles, en la apertura de la nueva legislatura de las Cortes, seria y con repetidas imágenes de tristeza a lo largo de la jornada. Ayer, con una magna sonrisa en la entrega del premio anual del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid.

En el Congreso se la vio seria, triste y con un gesto adusto. Mientras sus cuñadas sonreían y hacían muestras de complicidad con varios de los invitados, ella parecía ausente. Sí que tuvo un gesto cariñoso hacia el Príncipe en un momento de la ceremonia.

Los posibles motivos

¿Estará embarazada? Es conocido que a la Princesa no le sientan bien los embarazos, que lo pasa muy mal y que enseguida se le nota en la cara.

Puede que se haya disgustado por la denuncia judicial de su hermana Telma contra el acoso de la prensa rosa desde que dio a luz a su primera hija. O que, como aquélla, nuestra Princesa siga padeciendo por la presión a que la somete su posición.

Sea por lo que fuere, Letizia no recordó el miércoles a la Princesa de los primeros años, con más peso, mejor aspecto y amplia sonrisa.

La anterior aparición pública a las de esta semana fue el 9 de abril en La Rioja, en un congreso sobre el español de los jóvenes -ha vuelto a activar su agenda propia-, y allí sí que se la vio más cómoda y más sonriente. Y ayer la Princesa Letizia volvió a sonreír.