Con las vacaciones de Pascua a la vuelta de la esquina y los bolsillos medio vacíos, los alicantinos esperan hasta el último momento para contratar sus escapadas para el puente de mayo.

Así, según el vicepresidente de la Asociación Alicantina de Agencias de Viajes, José Bonet, la demanda en este momento está «muy regular», pues se han cancelado varios vuelos charter que salían desde Alicante.

Desde otras agencias del centro aseguran que, a pesar de la «crisis económica», la gente suele guardar el dinero para irse de vacaciones. «Se lo quitarán de caprichos, de cenas con los amigos o de ropa, pero siempre dejan algo para el turismo», comentaba otro agente de viajes.

Y eso que los precios para estas mini vacaciones de los alicantinos oscilan entre los 400 y los 1.200 euros. Sin embargo, «muchos de los que tengan hipoteca se quedarán en casa por miedo a que les suba la letra», apuntan varios profesionales.

Eso le ocurre a Pilar Gomis, de Boulevard del Pla: «Nosotros haremos pequeñas excursiones por la provincia, a Altea, a la Vall de Laguar o a la playa y con el picnic desde casa» comenta resignada. En las agencias lo corroboran.

Para Carmen Castillo, de viajes España, la contratación de viajes «está muy frenada», ya que los alicantinos «tienen muy poca disponibilidad económica».

De los que sí se animan a hacer las maletas, lo más demandado son ofertas y excursiones, en vuelos de bajo coste, a capitales europeas como París, Londres, Roma, Bruselas o Amsterdam.

También se demandan mucho los viajes «de corta distancia y en coche», a la playa o por el interior de España, en especial a Madrid.

A última hora y si hace buen tiempo

José Bonet, el vicepresidente de la Asociación Alicantina de Agencias de Viajes, se muestra esperanzado, pues los alicantinos «esperan siempre al último momento». Todavía quedan dos semanas hasta el puente y, otros años, las ventas de paquetes turísticos o viajes individuales se han incrementado «hasta casi un 50% justo una semana antes del primero de mayo». ¿Las razones? La mayoría espera a ver si hará buen tiempo, o a solucionar asuntos personales para no tener que cancelar sus desplazamientos.

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