La cocina: el lavavajillas

La cuarta parte de los hogares españoles disponen de un lavavajillas.
Es uno de los electrodomésticos que más energía consumen, correspondiendo un 90% al proceso de calentar el agua.
 
No obstante, las mejoras tecnológicas permiten disfrutar de modelos que seleccionan la temperatura del agua y de programas económicos que permiten reaprovechar el calor de lavado para el aclarado o el secado, sin  consumir energía nuevamente. Existen, además, los llamados lavavajillas bitérmicos, que tienen dos tomas independientes: una para el agua fría y otra para la caliente. De este modo, el agua caliente se toma del circuito del agua caliente sanitaria procedente del calentador o caldera de gas o gasóleo. Gracias a ello se reduce un 25% el tiempo de lavado y se ahorra energía.
 
Consejos prácticos
 
-Los aparatos con etiquetado energético de clase A ahorran energía y dinero.
 
-Elija el tamaño del lavavajillas en función de sus necesidades.
 
-Utilice el lavavajillas cuando esté lleno. A media carga use programas cortos o económicos.
 
-Si necesita aclarar antes la vajilla, utilice agua fría.
 
-Siempre que pueda, utilice  en su lavavajillas programas económicos o de baja temperatura.
 
Etiqueta energética
 
Además de mostrar su clase de la A a la G, también informa sobre:
 
-El consumo energético que presenta en un ciclo completo.
 
-El consumo de agua por cada ciclo. Puede variar de 14 a 25 litros.
 
-La eficacia del proceso de lavado y de secado. También de la A a la G.
 
-La capacidad del aparato referida al número de cubiertos.
 
-El ruido que emite en funcionamiento, expresado en decibelios.
 
Con la colaboración del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE): 914 564 900. www.idae.es
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