La obra del escultor guipuzcoano Andrés Nagel, conocida entre los vecinos de Amorebieta como La Patata, está situada en una rotonda e impide el desarrollo de una zona peatonal que el Ayuntamiento planea llevar a cabo. Por eso, la obra va a ser trasladada a otro espacio. Pero el autor se opone.
La escultura fue inaugurada en 2003, y Nagel cobró 180.000 euros. Ahora, ha recurrido a la justicia para evitar que la muevan de sitio. Y será el juez quien decida. Precisamente, hoy visitará la obra en Amorebieta. Es el mismo juez que dio la razón al Ayuntamiento de Bilbao ante la demanda de Calatrava.
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