Los hechos se remontan a hace una semana, cuando un chico de 17 años hablaba por teléfono en una calle de Santa Pola y apareció el sospechoso. Sin mediar palabra, supuestamente le dio un puñetazo en la cara, le arrancó el móvil de la mano y huyó.

Un testigo del robo pudo socorrer al joven, que acabó tendido en el suelo, aturdido, con heridas en el pómulo, el labio y con las gafas de vista rotas por la agresión, informa la comandancia provincial en un comunicado.

Ese testigo relató a la Guardia Civil que había visto al autor deambulando por la calle con un pañuelo atado al cuello, con el que se cubrió la cara poco antes de cometer el robo para evitar ser reconocido.

Al parecer, la primera víctima a la que se acercó no fue a ese menor, sino a una chica a la que finalmente decidió no atacar. La descripción del físico y de la vestimenta facilitó a los agentes el reconocimiento del presunto autor al haber tenido otras intervenciones anteriores con él.

Tras las pesquisas, los investigadores averiguaron que ese mismo día tenía cita para renovarse el DNI en Elche, a la que no faltó. Una vez localizado, el joven fue arrestado como presunto autor de un delito de robo con violencia e intimidación, sin que opusiera resistencia.

Tras pasar por el juzgado, el chico de 19 años ha quedado en libertad con cargos a la espera de juicio. En la operación han participado efectivos del área de investigación de la Guardia Civil de Santa Pola.