Según el relato del Ministerio Público, que coincide en sus extremos con el que en su día ofreció la Policía Nacional, sobre la una de la madrugada del 12 de marzo del año pasado, los procesados se apoderaron de una motocicleta que estaba aparcada en al calle Pintor Zuloaga, en el barrio de La Laguna, y después de ponerla en marcha se dirigieron a la calle Julio Rico de Sanz.

Allí, mientras el segundo de los acusados vigilaba si se acercaba alguna persona, el primero se dirigió a un ciclomotor de los muchos estacionados, y muy próximos a edificios de viviendas en cuyo interior se encontraban durmiendo numerosas personas.

Así, tras quitar el macarrón de uno de los ciclomotores hizo verter parte del combustible, al que prendió fuego con un mechero, comenzando a arder de forma que las llamas se extendieron a los demás vehículos aparcados.

A continuación, los acusados se trasladaron en la motocicleta previamente sustraída a la calle Ancha, en el casco histórico de la ciudad, donde, utilizando la tapa de un husillo, rompieron la puerta de entrada del establecimiento Risc Informática y en su interior se apoderaron de un ordenador portátil y cuatro aparatos MP4, marchándose acto seguido. Esta escena fue grabada por las cámaras de vigilancia del propio establecimiento.

Posteriormente, dejaron abandonada la motocicleta.

La calle Julio Rico de Sanz es una vía a la que se accede por la avenida Lacave y que no tiene salida por el otro extremo, por lo que el fuego de los numerosos vehículos incendiados alcanzó gran virulencia, llegando las llamas hasta la sexta planta de los edificios colindantes, y obligando a la policía a desalojar a los residentes de tres fincas.

Los jóvenes serán juzgados hoy y mañana en la Sección Primera de la Audiencia Provincial por hurto, robo con fuerza en las cosas e incendio.

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