El joven que atropelló mortalmente a dos niños en Basurto no irá a la cárcel

  • El tribunal sólo le impone una multa de 720 euros y le retira el carné por un año.
  • El joven había pedido perdón y aseguraba que le confundió un semáforo.
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No irá a la cárcel. El joven de 25 años que el 3 de enero de 2006 atropelló mortalmente a dos niños en un paso de cebra en Basurto ha sido condenado a pagar 720 euros de multa y tendrá el carné de conducir retirado durante un año. El tribunal le ha impuesto dos faltas de imprudencia leve.

No ha admitido la petición de la acusación particular, que pedía cuatro años de prisión, ni del Ministerio Fiscal, que solicitaba tres. Ambos encontraban imprudencia grave en los hechos, lo que antes se llamaba imprudencia temeraria.

R. R. arrolló a un niño de seis años y a una niña de tres cuando cruzaban por el paso de peatones de Avenida Montevideo de la mano de su padre. Según la versión que el imputado dio en el juicio el pasado martes, vio en verde un semáforo situado a unos 20 metros detrás del paso de cebra y siguió su marcha. "Vi a los niños cuando les atropellé", afirmó compungido.

Es una desgraciada casualidad", dice la sentencia

La sentencia cree esta versión, y el tribunal llega a afirmar que el suceso se trata de una "desgraciada casualidad". Era un día de lluvia, con mucho tráfico, el joven no conocía la carretera y los vehículos de la vía taparon a los niños evitando que el imputado les pudiera ver. El tribunal entiende que aunque R. R. hubiera circulado más lento "difícilmente hubiera podido evitar la catástrofe".

Dos informes periciales señalaron que el conductor circulaba a una velocidad entre 50 y 60 km/h. La máxima permitida era 50 km/h. El fallo resta importancia al hecho de que el joven pudiera haber superado levemente el límite.

El joven pidió perdón a la familia por carta. Según su abogado, está de baja y en tratamiento psicológico por la tragedia. "La sentencia es un respiro, pero prevalece la pena y frustración", admite el abogado defensor.

La familia, a través de su abogado, ha criticado con dureza a la Administración. Los vecinos llevaban cinco años pidiendo cambiar la zona donde se registró el atropello mortal porque la señalización confundía a los conductores. Ayuntamiento y Diputación se lavaban las manos y decían que no les correspondía esa obra.

Finalmente, el Consistorio puso un semáforo una semana después de la tragedia. «La Administración ha tenido un comportamiento impresentable», denunció el abogado de la familia. Los padres lamentan no poder sentar en el banquillo a los políticos.

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