Confían en que a la tercera sea la vencida. Son los padres de los 130 niños del colegio Rosario Pereda de Viana de Cega cuyos hijos aprenden en condiciones poco recomendables.

En el 2005, la Junta de Castilla y León inició los trámites para construir un colegio nuevo que padres y profesores reclamaban desde hacía ocho años.

La empresa que iba a construir el centro se declaró en suspensión de pagos y paralizó el proyecto hasta la celebración de un nuevo concurso de adjudicación de la obra.

Se celebró y de él salió una segunda constructora que, hace apenas unas semanas, también se ha declarado en suspensión de pagos.

Padres, alumnos y profesores tendrán que esperar ahora al curso 2009-2010 para estrenar un colegio que parece que no termina de llegar.

«Nosotros pedimos que la empresa que se vaya a hacer cargo dé unas garantías y que se haga todo lo posible para que los niños estén en condiciones aceptables desde el curso que viene», dice la Asociación de Madres y Padres de Alumnos.

Por su parte, la Junta confirma que el nuevo centro «no estará listo para el próximo curso» y estudia una «solución provisional».

Sólo una cuarte parte de los niños del pueblo van a estudiar al Rosario Pereda.

Clases en el pasillo

Clases viejas y pequeñas, una caseta prefabricada en plena calle y un aula fuera del recinto escolar son las condiciones actuales en las que aprenden los niños del Rosario Pereda.

No hay espacio y los pasillos se han convertido en aulas improvisadas de clases de Religión y Apoyo.

«Es la pescadilla que se mueve la cola, la Consejería dice que si no hay ratio no puede haber más profesores, pero es difícil que los niños vengan aquí con estas condiciones», señala el AMPA.

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