Desde primera hora de la mañana, activistas de Greenpeace protestan frente al Ayuntamiento de Madrid por el incumplimiento del Gobierno de Alberto Ruíz Gallardón de sus compromisos de no utilizar madera procedente de talas ilegales en el mobiliario urbano.
Los activistas han llevado al Ayuntamiento varios bancos procedentes de las calles y parques de la ciudad y han desplegado una pancarta con el lema "Banco ilegal, crimen forestal". Al mismo tiempo, la organización ecologista está señalando los bancos próximos al Consistorio con la advertencia "No te sientes en madera ilegal".
Los proveedores talan en Camerún y Costa de Marfil
Greenpeace ha investigado a las principales empresas suministradoras de mobiliario urbano al Ayuntamiento de Madrid y ha encontrado madera de compañías especializadas en tala ilegal, así como madera procedente de regiones donde la actividad forestal está fuertemente vinculada a la tala ilegal, la violencia, la ocupación de territorios indígenas e, incluso, los conflictos bélicos.
"Pero mientras Gallardón sigue prometiendo, los impuestos de los madrileños podrían estar financiando la tala ilegal y la deforestación" ha señalado Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de Bosques de Greenpeace.
Exigen un compromiso contra el cambio climático
Las dos principales empresas suministradoras de mobiliario urbano no pueden garantizar que la madera proceda de una gestión forestal responsable. Greenpeace ha visitado en numerosas ocasiones a las empresas Conalsa (Leganés) y Moycosa (Colmenar Viejo) -principales proveedoras de mobiliario urbano al Ayuntamiento y otros grandes municipios del área metropolitana- y ha podido observar y fotografiar madera procedente de empresas vinculadas a la tala ilegal a gran escala en Camerún.
También se ha constado que Costa de Marfil, país dividido por un conflicto armado donde hay problemas de tala ilegal, es uno de los orígenes de la madera que utilizan ambas empresas.
La deforestación y la degradación forestal provoca una quinta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero, una cantidad mayor que las producidas por el sector mundial de transporte. Aunque los bosques tropicales cubren sólo el 7% de la superficie terrestre, almacenan enormes cantidades de carbono, y este hecho les convierte en un colchón contra el cambio climático.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios