Una mujer de 31 años ha denunciado que se vio inmersa en la investigación de la Guardia Civil a la clínica Isadora después de que los médicos de La Paz se negaran a realizarle una interrupción del embarazo pese a que el feto que gestaba se vio afectado por una amniocentesis realizada en el hospital.

La paciente de 31 años, según publica hoy El País , acudió a finales de 2006 al hospital La Paz para someterse a una amniocentesis, una exploración del líquido amniótico que se realiza mediante un pinchazo en el abdomen y que conlleva riesgos para el feto. Ése fue su caso y en el hospital los médicos le dijeron, tras 25 días ingresada con pérdidas de líquido amniótico, que debía abortar.

Declarando en la Guardia Civil

Los facultativos de La Paz se acogen a la objeción de conciencia y no practican abortos, por lo que el centro le recomendó acudir a una de las clínicas concertadas para interrupciones del embarazo. Ella fue a la Clínica Isadora y, un año después ha tenido que revivir su pesadilla al verse inmersa en la investigación de la Guardia Civil sobre esta clínica.

"Fui a hacerme una amniocentesis, perdí a mi hijo y acabé declarando ante la Guardia Civil", explica la paciente, que en muchas ocasiones pensó "Esto no me puede estar pasando a mí".