La incorporación de estos nuevos recursos forma parte del proyecto Resiliarte, promovido y desarrollado en el Alma Mater Museum. A través de esta línea de trabajo se están incorporando de manera progresiva medidas y recursos que favorecen la accesibilidad física ycognitiva. Todo ello parte de la visión del museo como un espacio social y de encuentro, que ha de favorecer la democratización de la cultura.

El proyecto Resiliarte se dio a conocer en junio de 2017, y desde entonces no ha dejado de crecer. Más de treinta actividades específicas, pensadas para un público diverso, como personas con Alzheimer, T.E.A., degeneración cognitiva o en proceso de inserción social, así como nuevos recursos materiales, como hojas de sala en lectura fácil y refuerzos con pictogramas y táctiles, son algunos de los medios con los que el Alma Mater Museum se abre a una sociedad plural y necesidades diversas.

La comisión que ha supervisado estas últimas mejoras en el museo del Arzobispado de Zaragoza es el equipo denominado Creando Espacios Accesibles de Plena inclusión Aragón.

Está integrado por un grupo de personas con discapacidad intelectual que, con el apoyo de trabajadores de la asociación, se dedica a supervisar la accesibilidad cognitiva de espacios públicos y a proponer posibles mejoras.

Dotar de accesibilidad cognitiva a cualquier elemento, ya sea un edificio como es el caso del Alma Mater Museum, pero también por ejemplo un libro, un documento, un electrodoméstico o un proceso electoral, es hacerlo comprensible para cualquier persona, independientemente de sus capacidades.

La accesibilidad cognitiva beneficia a toda la sociedad, pero especialmente a quienes presentan dificultades de comprensión como las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo, las que tienen alguna enfermedad mental, las que no saben leer, las personas mayores con deterioro cognitivo o los extranjeros que todavía no conocen bien el idioma.

Con las nuevas incorporaciones el Alma Mater Museum se consolida como el primer museo con recursos terapéuticos de Aragón, y a través de él el Arzobispado de Zaragoza apuesta por un museo moderno e integrador.