La Audiencia de Ciudad Real ha rechazado el recurso presentado por Francisco G.N., conocido como el "pederasta de Porzuna", y confirma la pena de cuatro años y medio impuesta por el juzgado de lo penal, al considerar que el imputado, aunque con capacidad mental límite, conocía sus actos.

Francisco G.N. fue condenado el pasado 15 de enero como responsable de tres delitos de provocación sexual a otros tantos menores, dos de exhibicionismo y uno de abuso sexual continuado, y su defensa había recurrido alegando, entre otras cosas, el coeficiente mental del condenado y pruebas que no se han llevado a cabo.

No padece enfermedad psíquica

En su sentencia hecha pública, la Audiencia alega que "lo que se observa en los autos es que la parte hoy recurrente en ningún momento solicitó durante la instrucción la realización de las diligencias que ahora demanda".

Añade que tampoco solicitó un informe sobre el estado mental del acusado, a pesar de lo cual se le realizó a petición del instructor, y precisa que en dicho estudio se afirma que "el imputado no padece enfermedad psíquica, sino que tiene una inteligencia límite, lo que no afecta a su capacidad para distinguir conductas ilícitas".

La defensa había pedido también la absolución de Francisco G.N. alegando que existían numerosas contradicciones entre las declaraciones de los menores, principales testigos de cargo, pero el tribunal afirma que "en lo esencial, los menores coinciden relatando una serie de actos por parte del acusado que prácticamente se repiten en cada menor".

Residía con su madre

Los hechos por los que fue condenado Francisco sucedieron durante el año pasado en la localidad de Porzuna, donde el pederasta residía con su madre.

Francisco G.N. llegó a este pueblo tras su huida de un centro de internamiento de Bélgica, donde residía desde hacía varios años, y su caso salió a la luz pública precisamente a raíz de que la Justicia belga solicitara su extradición a las autoridades españolas.

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