El Consistorio tiene pendientes de cobro más de 60 millones de euros, que corresponden a facturas impagadas emitidas entre 1987 y 2004 y las que no se le han liquidado este año. La cantidad es elevada, a pesar de que el año pasado logró recuperar 37,5 millones de euros.

Pasan a engrosar los listados de morosos los contribuyentes que no pagan sus recibos en el periodo voluntario. Cuando entran en la vía ejecutiva, les aplican un 5% de recargo si no hay que notificar providencia de apremio, el 10% al segundo aviso y el 20% e intereses de demora si se consuma el proceso.

Los 13.000 ciudadanos que aparecían ayer en el BOPZ dejaron de pagar facturas del IBI, el agua, el impuesto de circulación o las multas (el 27% pagó en 2004 por la vía ejecutiva). Alguno de ellos tenía varias deudas pendientes. Para evitar impagos, el Consistorio recomienda domiciliar los recibos. Aun así, cada año pierde unos diez millones.

Afianzar los pagos

El Ayuntamiento ofrece este año el pago del IBI en dos plazos a los contribuyentes que domicilian el recibo y estudia cortar el agua a los que no paguen los recibos.

Sin oficina de reclamaciones aún

El Ayuntamiento anunció que en enero empezaría a funcionar la Junta de Reclamaciones, un organismo que tramitaría la queja de los ciudadanos sobre los impuestos municipales. Aún no ha empezado a funcionar. Este servicio ofrecerá un sistema rápido y gratuito (hasta importes de 1.500 euros) para reclamar por los impuestos sin ir a los tribunales. Para plantear la queja habrá que introducir una instancia en el registro del Ayuntamiento, en Urbanismo o en las juntas de distrito.