Así, en su intervención ha subrayado que Málaga tiene "razones históricas y actuales que la convierten en uno del los enclaves emblemáticos del Mare Nostrum", tal y como confirman, ha dicho, "desde las civilizaciones más antiguas y representativas del modo de vida que representan el concepto de dieta mediterránea, hasta los innumerables estudios científicos actuales dirigidos desde la provincia".

Fernando Fernández Tapia-Ruano ha hecho hincapié en la importancia del sector agroalimentario de la provincia de Málaga, citando el aceite de oliva (virgen extra, oliva refinado y lampante), con 264 millones de euros y casi 79.800 toneladas; así como los aguacates, con 228 millones de euros y casi 73.500 toneladas, que sobresalieron el pasado año en sus exportaciones a países como Francia, Italia o Estados Unidos.

El delegado territorial ha aludido, asimismo, al ganado caprino, en el que Málaga, con 255.000 cabezas, lidera la comunidad, según los censos ganaderos. Mientras tanto, en pesca fresca, ha señalado como capturas más destacadas la sardina, el jurel y el boquerón (en peces), el pulpo de roca (en moluscos) y la gamba (en crustáceos).

"Málaga, punta de lanza en muchas cuestiones relevantes en el entorno regional y nacional, tales como en el ámbito turístico, económico o tecnológico, quizás esté llamada a serlo también en el apartado agroalimentario, igualmente importante para nuestro futuro", ha enfatizado Fernández Tapia-Ruano.

Al respecto, ha apuntado que el nuevo Gobierno andaluz de la Junta se compromete con el "cumplimiento de su responsabilidad administrativa para el fomento del valor de nuestros productos, proteger su origen, su calidad, sus propiedades y su trazabilidad".

Con este objetivo, ha informado, se trabaja "de manera decidida desde el Gobierno del cambio de la Junta de Andalucía por la sostenibilidad de la industria agroalimentaria, en los diferentes ámbitos económico, social y ambiental, aprovechando todo el potencial de nuestro formidable sector agrario y pesquero".