Fernández, momentos antes de que los 1.233 alumnos de La Rioja finalizaran la primera parte de las pruebas, en declaraciones a los medios de comunicación, ha señalado cómo desde la Consejería de Educación siempre se ha creído "conveniente" que, "al ser una prueba que da acceso a todas las universidades de España", sea "única" en el país.

Mientras tanto, para llegar al día de hoy, en el que los alumnos viven la primera de las tres jornadas en la EBAU hay un trabajo previo de una Comisión Organizadora, formada entre la Universidad de La Rioja y la Consejería de Educación, para planificar "con mucha antelación".

Hay coordinadores de cada materia de Bachillerato que, en conjunción con la Universidad, trabajan en los criterios generales de la prueba "para dar pautas a los centros educativos de cómo preparar a los alumnos".

Además, esta Comisión se reúne para poner en marcha las adaptaciones que puedan necesitar los alumnos con necesidades educativas concretas.

Si, por ejemplo, un alumno tiene dislexia se le aplicará "las mismas medidas" que haya tenido en el curso para complementar un examen, teniendo en cuenta el informe del Equipo de Orientación del centro.