Los sorianos mantienen los 46 días de encierro. De nada sirvió el preacuerdo, que en el caso de los funcionarios de justicia de Soria votaron "no" 77 de los 90 que participaron en el referéndum. A la expectativa de los nuevos acercamientos, el fortín de "resistencia numantina", como ellos lo llaman, continúa.

Están cansados, exigen una solución ya, pero mientras reciben el apoyo de los compañeros de otras provincias. Ayer un centenar de vallisoletanos llegaron con energía para apoyar la huelga indefinida y otro centenar entre trabajadores de Guadalajara, León, Burgos, Salamanca a los que se añadieron algunos de Ávila y Segovia.

"Ni un euro menos, ni un paso atrás", gritaban y es que no están dispuestos a cobrar 60 euros este año, y después los 140, como dicen que propone el Ministerio de Justicia. Éste no entiende que las negociaciones hayan llegado hasta la forma de referéndum.

Disfraces, bocinas, carteles y hasta el mismísimo doble de Mariano Fernández Bermejo, con su séquito de guardaespaldas para reivindica la equiparación salarial con el resto de comunidades autónomas transferidas en materia de Justicia.

"Somos ruidosos, estamos enfadados con las medidas del señor ministro y con las manipulaciones y las farsas de las mesas de negociación. Nunca ha tenido intención de solucionar este conflicto", señaló Juan Carlos Rodilana, representante de Justicia CC OO de Valladolid presente en el acto.

Está convencido de que los trabajadores han dado el respaldo "absoluto" a los sindicatos. "Si no hace una oferta convincente (el ministro) que dimita, este señor es un impresentable, un incapaz porque el que tiene la capacidad para resolverlo y no lo resuelve es un incapaz", reiteró.

Desde Burgos también se refirieron a que era la segunda vez que viajaban a Soria a apoyar a los compañeros que mantienen el encierro. "Vamos a seguir hasta que haga falta, hasta que consigamos la equiparación que es lo que queremos. No queremos 60 euros este año queremos doscientos este año", dijo la representante de CC OO ,Purificación Ayala.

Una de las funcionarias de Soria Rosario Gómez reconocía que están llevando la situación "con tensión" porque el trabajo se acumula y que también perjudica al ciudadano "que puede no comprendernos", destacó.

Para la trabajadora burgalesa Celia Campos, es una "huelga muy compleja; pero a la que tenían que haber dado una solución ya". Reiteró que los sindicatos son ellos mismos por el apoyo que les dispensan. "Me está afectando, porque estás como un autómata. Lo sentimos muchísimo por el ciudadano, que es el que paga las consecuencias".

Los dos centenares de trabajadores que se encontraron ayer en Soria se manifestaron hasta llegar a la Subdelegación del Gobierno para entregar un escrito reivindicativo.

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