Más de 200.000 personas peregrinaron ayer en romería (algunos desde las seis de la mañana) hasta el Monasterio de la Santa Faz, en Alicante, donde, según la tradición cristiana, se conserva uno de los pliegues del sudario con el que la Verónica secó el rostro de Cristo en su camino hacia el monte Calvario.

Un total de 62 peregrinos recibieron asistencia sanitaria hasta el mediodía. De ellas, 37 las practicaron los efectivos de Protección Civil y el resto, los voluntarios de Cruz Roja.

La mayoría de las asistencias fueron de tipo cutáneo, especialmente por rozaduras en los pies, así como por hipertensión, lipotimias y esguinces. Las lipotimias fueron más numerosas durante la misa oficiada por el obispo de la Diócesis de Orihuela-Alicante, Rafael Palmero.

De las 37 personas asistidas por Protección Civil, sólo dos precisaron ser trasladadas al Hospital General de Alicante, una de ellas por tener un esguince y la otra por sufrir una hipertensión.

Por su parte, los sanitarios de Cruz Roja atendieron a 25 peregrinos por abrasiones, ampollas en los pies, contusiones y lipotimias.

Sin luz para la reliquia

A pesar del buen tiempo que disfrutaron los peregrinos y de la levedad de las incidencias, el día de ayer se vio deslucido porque en el momento de sacar la Santa Reliquia del camarín se cortó el suministro y tuvieron que extraerla con los focos de las cámaras de televisión aunque la imagen salió a oscuras por la iglesia. Además, se disparó a alarma del Monasterio de la Santa Faz, al parecer por un exceso de incienso.