El candidato a la alcaldía de Barcelona pel Canvi-Cs, Manuel Valls, ha ofrecido su apoyo a Ada Colau y a Jaume Collboni "sin condiciones y sin pedir nada a cambio" para "evitar" que Barcelona tenga un alcalde independentista "de una república imaginaria".

Así, este miércoles ha entrado en escena el candidato que forma parte necesariamente del posible pacto entre los comunes y los socialistas, ya que les faltan tres regidores para conseguir la mayoría absoluta de 21 concejales para que prospere esta opción.

Así Vall ha sido claro, su objetivo "es evitar que Barcelona tenga un alcalde independentista" y esta máxima forma parte de sus "principios" y para conseguirlo se ofrece "sin condiciones, sin pedir nada y sin pactar nada".

Se trata pues de ofrecer a los regidores de su grupo para que pueda prosperar la opción no independentista -la menos mala, ha dicho- y por ello Valls ha pedido "responsabilidad" a la actual alcaldesa en funciones, Ada Colau, para no dar la alcaldía al soberanismo así como también al líder del PSC, Jaume Collboni.

"Estoy dispuesto a contribuir a una solución positiva para Barcelona" y confluir en gestos de responsabilidad, y ha advertido de que lo hará todo para evitar que haya un alcalde independentista en la capital catalana, y ha pedido a Colau posicionarse.

La oferta incondicional de Manuel Valls, que ha dicho incluso que no "quiere excluir ningún nombre" en clara referencia a Ada Colau, ha sido matizada por Cs que es el partido que se integró en la plantaforma de Barcelona pel Canvi.

El partido naranja se ha desmarcado de Manuel Valls y ha avisado que sus concejales en Barcelona solo negociarán con el socialista Jaume Collboni porque no es "ni independentista ni populista".

Por su parte el candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona, Jaume Collboni, ha descartado cualquier acercamiento con el candidato republicano Ernest Maragall: "ERC está a un lado y nosotros en otro. Aceite y agua. Por lo tanto, no podemos compartir ni una investidura ni un gobierno con los independentistas".

"Con un gobierno independentista, su prioridad no sería las izquierdas ni las políticas sociales", ha asegurado durante una entrevista en Ser Catalunya, en la que ha vuelto a rechazar un gobierno tripartito municipal junto a ERC y Barcelona en Comú, como propone Ada Colau.

El socialista ha destacado que el 60 % de los barceloneses votaron opciones no independentistas el 26-M, por lo que "dieron un mandato claro" sobre qué opina la mayoría de los vecinos de Barcelona sobre esta cuestión.

"Es posible hacer políticas progresistas, es posible tener un buen gobierno y es posible no subordinar el ayuntamiento al proceso independentista que tanto daño ha hecho a las instituciones", ha sostenido.