Cuando llegan al camposanto de Murcia, se dan cuenta de que los sepultureros se han confundido y por error han abierto otra fosa.

Lo hicieron porque cuando se entierran a dos familiares en la misma fosa se sacan los restos del que ya estaba para meterlos junto con el que llega. En este caso ya tenían preparada la bolsa con los restos de un muerto que no era el familiar del que se disponían a enterrar.

«Hemos profanado tumbas por error en el cementerio de Espinardo». Lo confiesa José María Valera, que por entonces trabajaba en el cementerio y reconoce que en la ocasión narrada anteriormente tuvieron que rectificar y abrir el nicho correcto, delante de los familiares, para poder acometer la «reducción» y llevar a cabo el entierro, que se inició con media hora de retraso.

Fuentes de la Concejalía de Sanidad del Ayuntamiento de Murcia reconocieron ayer el error cometido «sólo una vez». Al parecer, hubo un fallo de comunicación entre el encargado de gestionar los enterramientos y los sepultureros, y en lugar de abrir la fosa 385 abrieron la 358.

Tanto el Ayuntamiento de Murcia como la empresa concesionaria pidieron disculpas a la familia presente.

Se estrenaron en marzo

Desde el pasado 1 de marzo, la gestión del cementerio municipal de Espinardo corre a cargo de la empresa Tritón, S. L. Desde el Ayuntamiento explican que, aparte de esta confusión, no han vuelto a tener problemas ni quejas sobre la gestión del camposanto de Espinardo.

José María Valera, el ex empleado que denunció los hechos, asegura que la entrada de la nueva empresa ha supuesto una drástica reducción del personal del cementerio: «Antes éramos 20 trabajadores; ahora, sólo 8».