En la celebración se ha aprovechado, como es habitual, para homenajear a los estudiantes con mejores expendientes académicos de Grado y Máster, así como a los mejores deportistas y al personal jubilado del centro.

Este acto académico conmemora el aniversario de la aprobación de la Ley de Creación de la Universidad de La Rioja, que tuvo lugar el 14 de mayo de 1992 por unanimidad en el Congreso de los Diputados.

Ante los titulados universitarios, el rector ha afirmado que "vivimos en el reino de la superficialidad". "Y querríamos -ha añadido- no sé si de modo ingenuo o utópico, que la universidad fuese un valladar contra estas tendencias sociales; la universidad anhela lo profundo, lo reflexivo, lo reposado".

Citando a la pensadora Simone Weil, les ha animado a "combatir la crisis de atención". "Ayudadnos a conseguir -ha concluido- que en esta sociedad de lo efímero, del ruido y la furia, la universidad sea un oasis de serenidad, de reflexión y de transformación".

En declaraciones a los medios de comunicación, por otro lado, en las que el rector ha incidido en la necesidad de que la universidad pública sea un centro de "solidez, reflexión y atención", ha recordado el compromiso firmado con partidos políticos por la Universidad de La Rioja.

Un acuerdo, previo a la campaña electoral actual, en la que, por cierto, echa de menos no solamente más referencia a la educación sino "a casi todo, hay muy poca profundidad en general", y en la que, pese a que el centro como tal no quiere implicarse de ninguna manera, "sí que estamos concernidos porque de ahí van a salir los futuros administradores de lo público".

Lo que sí vio Rubio fue, en aquel momento, "preocupación sincera en los partidos", porque, como ha recalcado, y pese a las diferencias entre ellos en matices sobre cómo apoyar a la institución, "todos saben que la Universidad de La Rioja es fundamental para el desarrollo de la comunidad".