Un avión de la compañía rusa Aeroflot ha aterrizado en llamas este domingo en el principal aeropuerto de Moscú, un suceso en el que han muerto al menos 41 de los 78 ocupantes. Según testimonios de pasajeros, el avión fue alcanzado por un rayo poco después de despegar, lo que le obligó a regresar a pista. En el aterrizaje de emergencia, la nave se incendió.

Hasta el momento, esto es lo que se sabe y no se sabe del suceso:

El aparato siniestrado, operado por Aeroflot, es un Sukhoi Superjet-100, un modelo relativamente nuevo que entró en funcionamiento comercial en 2011. Está fabricado por Sukhoi, una empresa dedicada principalmente a la aviación militar y que es conocida por sus cazas. El Superjet 100 es el primer modelo de aviación civil diseñado y construido en la Rusia postsoviética.

El aparato siniestrado tenía solo dos años de antigüedad, de acuerdo con el portal Russian Planes.

Un aparato del mismo modelo tuvo problemas en abril al no poder despegar de Moscú por "un fallo técnico". En marzo, otro aparato SSJ-100 se vio obligado a regresar a Moscú por grietas en el parabrisas.

De acuerdo con el periódico Védomosti, la compañía irlandesa CityJet, la única que operaba los SSJ-100 en Europa, renunció a su uso en enero de 2019.

El aparato siniestrado había despegado por aeropuerto moscovita de Sheremétivo a las 15.20 horas GMT, pero solo media hora después la tripulación mandó una señal de emergencia debido a "problemas técnicos" surgidos poco después del despegue. Hasta el momento se desconoce el origen de esos problemas, aunque el testimonio de los pasajeros lo atribuye al mal tiempo y al impacto de un rayo en la nave.

De acuerdo con el testimonio de uno de los supervivientes al suceso, el avión fue impactado por un rayo en pleno vuelo. Petr Egorov declaró al diario Komsomolskaya Pravda que "poco después de despegar el avión fue impactado por un rayo".

Sin embargo, ni las autoridades rusas ni Aeroflot han aclarado qué fue lo que causó el problema técnico que obligó a la nave a regresar. En un comunicado, la compañía aérea solo dice que el regreso se debió a "razones técnicas".

Según se puede apreciar en un vídeo captado por una cámara de seguridad, en su aterrizaje de emergencia en Sheremétivo el avión da un primer golpe en la pista y se vuelve a elevar brevemente, para luego volver a caer con todo su peso. Es en ese momento en el que los motores explotan y la parte posterior de la nave se ve envuelta en llamas.

Y es que, como acababa de despegar, el avión aterrizó con los tanques llenos de combustible. De acuerdo con la agencia rusa de noticias Interfax, los pilotos descartaron vaciar los tanques durante el vuelo (el procedimiento usual antes de un aterrizaje de emergencia) porque en ese momento planeaban aún sobre Moscú y consideraron que era peligroso verter combustible sobre la ciudad.

En redes sociales ha sido publicado un vídeo atribuido a uno de los pasajeros, que recogería desde la cabina los momentos del aterrizaje, cuando el avión había estallado en llamas. Por las ventanas se puede apreciar cómo los motores están envueltos en fuego, mientras los pasajeros gritan desesperados:

Al menos 41 personas han muerto en el accidente. La lista podría subir hasta los 45, dado que Aeroflot ha publicado una lista con los nombres de 33 supervivientes, varios de ellos hospitalizados. Sin embargo, la misma compañía aclara que es una lista provisional.