Cada vez más agricultores cultivan manzanas en la región, aunque tal como reconoce José Luis Rubiera, presidente de Aacomasi, las que llegan de fuera son «de peor calidad pero más baratas y pueden poner en peligro la rentabilidad del negocio».

Rubiera asegura que ha crecido mucho el número de asturianos que entienden de sidra, así que les será fácil elegir entre la más barata (unos 2,20 euros), hecha con manzanas importadas y la sidra con denominación de origen o de manzana seleccionada, «unos 50 céntimos más cara, pero de con una calidad garantizada», añadió.

Los cosecheros creen que ningún consumidor se va a arruinar por pagar medio euro más por cada botella y que al igual que se ahora se hace con el vino, la gente «acabará pidiendo la sidra a la carta, de uno u otro palo», afirma Rubiera.