En declaraciones a Europa Press, el presidente de la Asociación de Mariscadores de Ayamonte, Juan Grao, ha lamentado la situación del sector, en una época en la que existe "bastante género", tanto maduro como inmaduro, lo que a su juicio supone que "no se entiende" la decisión, ya que "la producción es muy buena".

Para Grao, la imposición de la veda de dos meses -desde el 1 de mayo hasta el 30 de junio- viene motivada "porque es lo que hicieron el año pasado", cuando había "mala producción", pero que "no es el caso de esta temporada".

Así, esta veda se une a los paros llevados a cabo en Matalascañas (Almonte), "que ha estado cerrada casi dos meses por contaminación", al igual que ha ocurrido con la zona del Coto de Doñana, así como en las playas de Punta Umbría donde no se ha podido mariscar en un mes y medio, y la zona de Canela, en la que no se ha mariscado en más de un mes.

Todo ello, tal y como adelantaba el diario Huelva Información, está haciendo "insostenible" la situación para los mariscadores de a pie, que tienen que pagar la cuota de autónomos y no pueden recoger género de las playas onubenses y de esta forma obtener ingresos. Así, según Grao, acaban obteniendo remuneración económica durante "cuatro o cinco meses al año", mientras que la cuota de autónomo no la pueden dejar de pagar durante los doce meses.

Debido a esta situación, el presidente de los mariscadores de Ayamonte ha explicado que propusieron en la anterior reunión con la Delegación de Agricultura y Pesca medidas alternativas como la recogida de cinco kilos de marisco por día o una veda de 45 días -"como hacen en Portugal"-, o repartirla de 15 a 15 de cada mes y parar, para que los mariscadores obtengan ingresos con los que puedan sustentarse.

"La normativa de la Unión Europea obliga a una veda de marisco de un mes como mínimo", ha insistido Grao, sin que haya necesidad de que sea el doble, según el mariscador, además de que ha explicado que cuando se levante esta veda es verano, época en la que nuevamente puede impedirse el marisqueo por contaminación, además de la cantidad de bañistas que hay en las playas, que cogen marisco para uso particular.