El acusado del crimen de Arealonga: "No tengo perdón ni lo quiero, pasaré toda mi vida arrepentido"

  • VIGO, 10 (EUROPA PRESS)
El acusado del crimen de Arealonga: 'No tengo perdón ni lo quiero, pasaré toda mi vida arrepentido'
El acusado del crimen de Arealonga: 'No tengo perdón ni lo quiero, pasaré toda mi vida arrepentido'
PAULA JUSTO-EUROPA PRESS
El acusado del crimen de Arealonga: 'No tengo perdón ni lo quiero, pasaré toda mi vida arrepentido'

El juicio contra José Luis L.P., acusado de asesinar a un joven en la playa de Arealonga, en Redondela (Pontevedra), en la noche de San Juan de 2017, ha quedado este miércoles listo para la resolución del veredicto por parte del tribunal de jurado y, en su turno de palabra final, el acusado ha expresado su "pésame" a la familia del chico, Daniel B.P., al tiempo que ha proclamado: "No tengo perdón ni lo quiero, pasaré toda mi vida arrepentido de no haberme quedado en casa esa mala noche".

El acusado, haciendo uso de su derecho a la última palabra, ha leído un escrito de su puño y letra, en el que, en primer lugar, ha manifestado su "más sincero pésame" a la familia de Daniel B.P., al que disparó a bocajarro, causándole la muerte casi inmediata, porque éste le recriminó que fuese a orinar sobre una barandilla, encima de unas chicas que estaban en la playa.

"Yo cambiaría mi vida por la de él sin pensarlo, sé que es fácil decirlo desde mi posición, pero soy muy consciente de que, por mi acto, he destrozado a dos familias, la de Daniel y la mía", ha afirmado, y

ha añadido: "No tengo perdón ni lo quiero, pero pasaré el resto de mi vida arrepentido de no haberme quedado en casa esa mala noche. Tengo 46 años y sé que esta condena supone mi muerte en vida".

A continuación, José Luis L.P. ha relatado a los miembros del jurado cómo, desde pequeño, su vida ha sido "un tormento", y que no tiene "recuerdos de vivir en libertad" porque, desde los 19 años, ha ido "de cárcel en cárcel".

Según ha manifestado, su vida ha transcurrido envuelta en "violencia" y "desconfianza" hacia los demás, y las drogas eran su "escape". "No me quiero justificar, pero si soy como soy es porque el sistema reeducativo y social no funciona, crean máquinas del mal", ha lamentado y ha concluido su intervención proclamando: "Lo siento, me hubiera gustado que todo fuera diferente".

ABSOLUTA AUSENCIA DE HUMANIDAD

En la jornada de este miércoles, las partes han presentado sus conclusiones finales y tanto la Fiscalía como la acusación particular y la defensa, han mantenido sus peticiones de condena y absolución, respectivamente.

En el caso del Ministerio Público, el Fiscal ha insistido en que el acusado asesinó "cobardemente" a Daniel B.P., y lo hizo sin estar bajo los efectos de la droga o el alcohol, y sin padecer ningún trastorno psiquiátrico ni enfermedad que mermase sus facultades.

Del mismo modo, mantiene la acusación de tenencia ilícita de armas, tentativa de asesinato (por el disparo a un testigo que le recriminó su actuación) y tentativa de homicidio de los agentes que le detuvieron. No obstante, en el caso de éste último delito, ha añadido la acusación alternativa de atentado con arma, para el caso de que el jurado no considerase acreditada la tentativa de homicidio.

Al final de su intervención, el Fiscal ha pedido al tribunal de jurado que valore también "los silencios del acusado", que no quiso responder a las preguntas de las acusaciones, y el hecho de que "mintió descaradamente" cuando dijo que no se acordaba de lo que había hecho.

En la misma línea, la acusación particular, que ejerce la familia de la víctima, ha incidido en que quedó acreditado el asesinato "a sangre fría", y ha hecho hincapié en que José Luis L.P. "debería haber explicado por qué llevó un arma a una fiesta de San Juan". "Lo hizo para reafirmar su personalidad", ha señalado el letrado de la familia, quien ha contrapuesto el carácter "cívico" de la víctima con la "absoluta ausencia de humanidad" del acusado quien, "después de cometer esa atrocidad, no se arrepintió e incluso hizo comentarios despectivos".

"Los actos del acusado deben tener consecuencias. Y eso es lo que quiere la familia de Dani, que aparten a este señor de la sociedad, porque no puede convivir con los demás. Es culpable de asesinato", ha rematado.

"CÓCTEL EXPLOSIVO"

Finalmente, la defensa ha mantenido sus argumentos de que José Luis L.P. está "exento de responsabilidad penal" porque actuó llevado por un "arrebato", afectado por una "intoxicación plena" por el alcohol y "bajo un cuadro de síndrome de abstinencia".

Su abogada ha explicado que los "antecedentes psiquiátricos" del acusado -aquejado de un trastorno de personalidad con elevada impulsividad-, junto con el hecho de que había bebido alcohol y no se había tomado su tratamiento de metadona, crearon un "cóctel explosivo" que hizo que, ante la "discusión" con la víctima, perdiese el control y tuviese un "arrebato" que "anuló su voluntad".

Además, ha apuntado que "no quedó acreditado" el intento de asesinato del testigo, ni tampoco el intento de homicidio de los agentes de Policía.

Por todo ello, ha pedido que se le apliquen las circunstancias eximentes de intoxicación plena y alteración psíquica y, en caso de que sea condenado, que esas circunstancias se tengan en cuenta como atenuantes. Con respecto a los delitos intentados, la letrada ha señalado que "no hay pruebas de cargo suficientes" para condenarlo.

La Fiscalía pide que José Luis L.P. sea condenado a penas que suman 42 años de cárcel -que serían 7 años menos si se considera el delito de atentado en lugar de la tentativa de homicidio-; mientras que la familia pide 28 años de prisión -solo acusa de asesinato y tentencia ilícita de armas- e indemnizaciones que suman 326.000 euros. La defensa solicita la libre absolución.

A partir de este jueves por la mañana comenzará la deliberación del tribunal de jurado que, desde ese momento, quedará incomunicado. Este tribunal está formado por 4 hombres y 7 mujeres (más otras dos mujeres suplentes).

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