La mujer de Joaquín señala que su administrador "quería ganar" más que el propio futbolista

  • La esposa del futbolista Joaquín Sánchez, Susana S., ha declarado como testigo este martes en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla que juzga al antiguo administrador del deportista, que responde a las iniciales E.F.T., por un delito de apropiación indebida de un dinero propiedad del jugador del Real Betis. En su declaración, ha asegurado que el acusado le llegó a decir que "quería ganar" más dinero que el propio Joaquín y que "siempre decía que no se sentía valorado" por el jugador.
Joaquín Sánchez, jugador del Real Betis
Joaquín Sánchez, jugador del Real Betis
REAL BETIS BALOMPIÉ - Archivo
Joaquín Sánchez, jugador del Real Betis

Durante la vista oral, la esposa del futbolista ha señalado que Joaquín tenía "plena confianza" en su antiguo administrador y por ello las adquisiciones de inmuebles que le planteaba como inversión el acusado, la gestión de la cuenta bancaria del futbolista o la compra y contratación de determinados servicios "como obras en la vivienda, la compra de una pérgola, o el pago a un jardinero" las ejecutaba "el propio E.F.T." si bien ha indicado que cree que Joaquín tenía "la última palabra".

En esa línea, Susana S. ha indicado que el acusado y su esposa, M.A.L.C, quien está procesada como responsable civil subsidiaria, alardeaban de "un nivel de vida alto" y que le hablaban de marcas y productos "que no sabía ni que existían" como un vehículo de alta gama que "finalmente compró Joaquín pero lo usaba E.F.T".

De otra parte, ha señalado que "desconocía" que a través del capital de su esposo se hayan adquirido trabajos en madera, seis encimeras, dos pérgolas a excepción de una encimera y una pérgola "que fueron destinados" a su propia casa. En esa línea, ha asegurado que en algunas facturas, como la de la adquisición de las pérgolas, o un escrito en el que se solicita un préstamo de 12.000 euros a su padre, del cual "no tiene constancia", la firma que aparece como suya "no la es" y que lo escrito que aparece al lado de esa firma "no es su letra".

Con todo, la esposa del futbolista ha subrayado que Joaquín "confiaba

plenamente" en E.F.T. tanto que las cartas bancarias de la cuenta del futbolista "se la entregaban al antiguo administrador" cuya relación terminó tras el fichaje de Joaquín por el Valencia CF en 2006, por el que E.F.T. le reclamó un pago de 300.000 euros, y que tras el fin de esa relación "Joaquín empezó a tener más recursos" y lograr un patrimonio "más importante" del que tenía cuando el acusado era su administrador.

FALSIFICACIÓN DE FIRMAS

De otra parte, han declarado dos peritos caligráficos quienes han asegurado que en nueve reintegros bancarios -consistentes en la retirada de 90.000 euros de la cuenta de Joaquín- presentadas como pruebas la firma del futbolista "ha sido falsificada". En concreto, uno de los peritos ha señalado que ocho de esas nueve firmas "intenta imitar" la firma del futbolista por lo que son "inatribuibles a una o varias personas en concretas" y que la firma restante "es totalmente diferente".

Igualmente, ha declarado el perito encargado de examinar la contabilidad de la sociedad 'Chino Seventeen' -fundada por el futbolista y gestionada por el acusado- y el patrimonio de E.F.T. quien ha indicado que la sociedad cuenta con "irregularidades contables" incluso con "pagos dobles" si bien ha apuntado que "no se ha comprobado" que los desvíos de capital hayan ido a parar "a una persona en concreto".

CUATRO AÑOS DE PRISIÓN

En esta causa, la Fiscalía Provincial de Sevilla pide una pena de cuatro años de cárcel y una multa de diez euros diarios durante diez meses para E.F.T. al entender que es penalmente responsable de un delito de apropiación indebida. Asimismo, le pide que indemnice a futbolista con 1,12 millones de euros y que parte de ésta sea sufragada por M.A.L.C. en calidad de responsable civil subsidiario.

En el escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, el Ministerio Público recoge que Joaquín le encomendó verbalmente al acusado "la gestión de sus asuntos personales y profesionales, que se realizaban a través de la entidad unipersonal por el mismo creada, denominada Chino Seventeen", en la cual "le otorgaba amplísimo poder" para "actuar como si fuese su dueño".

De igual modo, la Fiscalía señala que el acusado, "en uso de esas facultades", intervino "numerosos actos y contratos, en la gestión bancaria de gastos y operaciones comerciales de Joaquín y su familia" valiéndose de "la confianza" del futbolista que "le había depositado" sin exigirle "rendición de cuentas". Así, apunta que el acusado aprovechando esa circunstancia realizó 38 retiradas de efectivo de la cuenta personal de Joaquín por un importe de 414.489,51 euros, así como 29 retiradas de la cuenta de la sociedad Chino Seventeen, creada por el futbolista, por 423.574,52 euros, parte de cuyas cantidades destinó a la compra de un inmueble en Marbella.

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