Se trata de un tratamiento preventivo para evitar que el FOP pueda originar otro episodio de infarto cerebral en un futuro, que el Trueta inició la semana pasada con dos pacientes, ha informado este lunes en un comunicado.

Las personas que tienen un FOP no están enfermas, sino que tienen un corazón que presenta una comunicación entre el lado derecho y el izquierdo, y que es frecuente ya que una de cada tres personas sanas tiene y no reviste importancia.

Estudios científicos señalan que es un fenómeno estrechamente ligado a los ictus, ya que en uno de cada tres casos de infarto cerebral, los pacientes -normalmente menores de 55 años- tienen un FOP.

El FOP lo ha tenido todo el mundo durante el periodo fetal, ya que forma parte del recorrido de la circulación de la sangre al feto, y en la mayoría de personas se cierra espontáneamente tras el parto, pero en una de cada tres continúa abierto, siendo de pequeño tamaño y sin revestir ninguna importancia.

En los últimos años, se ha observado que existen determinados FOP que presentan unas características peculiares, y que estarían ligados a la existencia de un ictus en personas jóvenes.

El hecho de que el FOP se pueda tratar si se diagnostica de forma adecuada permite prevenir la aparición de un nuevo ictus: en la mayoría de pacients, el tratamiento más adecuado consiste en la antiagregación con acido acetil salicílico, pero en algunos pacientes es necesaria la oclusión percutánea del foramen por parte de cardiólogos hemodinamistas, que ahora serán tratados en esta unidad del Trueta.