El documento, elaborado por los estudios Junquera y MC Valnera por 109.500 euros, propone la transformación del frente litoral de la capital, para lo que distingue hasta seis zonas de actuación en las que desarrollar diferentes propuestas y una nueva ordenación que dote de atractivo turístico, cultural y social la zona portuaria y su fusión con la ciudad.

En esta línea, se han dejado entrever varias propuestas como la prolongación la Rambla Federico García Lorca desde la Plaza de las Velas hasta el muelle de levante en lo que sería un gran parque elevado que daría continuidad a una de las grandes arterias de la ciudad y que, además, podría habilitarse para la recepción de cruceros previo ensanche del mismo, así como para albergar usos culturales, de ocio y restauración.

Esta idea ha sido una de las propuestas más llamativas del proyecto, que se desarrollaría sobre un espacio de 36.400 metros, el área más pequeña de todas en las que se ha dividido todo el ámbito de actuación, que observa otros 134.000 metros cuadrados para desarrollar proyectos frente al casco histórico, desde el Gran Hotel hasta Pescadería.

El arquitecto Jerónimo Junquera ha asegurado que este último espacio supone la zona "más trascendental", dado que es donde el lugar en el que la fusión entre la ciudad y el puerto se puede hacer más evidente y en la que se deberá trabajar para dotar de contenido concreto a través de la comisión puerto-ciudad.

No obstante, el arquitecto ha deslizado la posibilidad de "potenciar el parque" Nicolás Salmerón, actualmente separado del recinto portuario por la vía parque y una valla, y la adhesión del Casco Histórico.

La zona más oriental, ubicada entre el puerto deportivo y la playa de San Miguel, también contaría con una reordenación de espacios y elementos para conseguir una nueva playa urbana y unos baños aprovechando la estructura del Cable Francés, como una nueva zona de esparcimiento de baño.

Los promotores del documento, que servirá de hoja de ruta para el futuro desarrollo de planes específicos, han dado cuenta de las opciones que plantea el espacio en su conjunto, dado que es el doble dedicado a Madrid Río y el triple del que ocupa el Palmeral de Málaga.

CRECIMIENTO DE LA ACTIVIDAD PORTUARIA

Para conseguir estos objetivos, el equipo redactor ha propuesto además el traslado de prácticamente la totalidad de la actividad portuaria al puerto exterior, en una zona de 62 hectáreas, que presenta "posibilidades de crecimiento enormes" y que permitirían conducir los tráficos "menos amables más lejos de la ciudad", entre los que se incluyen los transportes de graneles o el tráfico de Ro-Ro, con una terminal propia.

Asimismo, los tráficos "más urbanos" quedarían reservados para la dársena interior, consiguiendo separarse de este modo de la mayor parte de las mercancías. El nuevo ámbito portuario supone reconfigurar un espacio de 620.000 metros cuadrados, a los que se brindaría de una conexión propia elevada y directa mediante el uso de viaductos desde los túneles de Bayanna, lo que dejaría libre la entrada por la nacional 340a, desde Aguadulce, hacia la ciudad.

El estudio aboga además por mantener la dársena pesquera y todo este ámbito, si bien incide en la necesidad de reflexionar sobre este espacio que cuenta con "muchas instalaciones obsoletas", mientras que el área que queda entre el muelle pesquero y la zona del levante quedaría "en tierra de nadie", por lo que se apuesta por estudiar sus posibles relaciones con Pescadería y La Chanca.