El presidente de la AIER, Enrique Mendi, ha presentado la jornada acompañado por el presidente de la FER, Jaime García-Calzada, y el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Íñigo Nagore, en la que también ha participado el experto eléctrico español, Jorge Morales de Labra

Bajo el título de 'El mundo se mueve' se han explicado las ayudas existen para poner en marcha y beneficiarse de la movilidad eléctrica y, por otro lado, incentivar el autoconsumo energético, explicando el ahorro económico y medioambiental que supone su instalación.

Durante la jornada han intervenido los directores generales de Calidad Ambiental y Agua, José María Infante y de Innovación, Trabajo, Industria y Comercio, Julio Herreros quienes han informado sobre las próximas ayudas para el fomento de proyectos de movilidad sostenible en entidades locales, que contarán con un presupuesto de 150.000 € y que van dirigidas a entidades locales con una población inferior a 25.000 habitantes.

Además, se ha analizado el programa de ayudas MOVES, coordinado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) y gestionado por las comunidades autónomas, dirigido a

profesionales autónomos, personas físicas, comunidades de propietarios, empresas privadas, entidades locales y administraciones de las comunidades autónomas, respectivamente.

Éstas últimas cuentan con un presupuesto de 304.700€ y van destinadas a la adquisición de vehículos, infraestructuras de recarga y planes de transporte a centros de trabajo

También ha intervenido en la jornada el experto en el sector eléctrico español y en autoconsumo, Jorge Morales de Labra, que versará su ponencia sobre el nuevo modelo energético, la movilidad eléctrica y el autoconsumo.

BENEFICIOS DEL AUTOCONSUMO Y MOVILIDAD ELÉCTRICA

La contaminación ambiental produce cerca de 40.000 muertes anuales y supone el 3.5% del PIB español, según la Agencia Europea de Medio Ambiente.

Por su parte, el autoconsumo, entraña beneficios como la descarbonización de la energía y la mejora de la calidad del aire, evitando la emisión de gases de efecto invernadero. A su vez, la transición hacia un modelo más sostenible favorece nuevos modelos de negocio y contribuye a la creación de nuevos puestos de trabajo. Para el consumidor, el beneficio llega en forma de ahorro energético y económico, ya que estas energías son más baratas que las que provienen de energías fósiles. Le permite, además, tener el control de su propia gestión energética y entra dentro del sistema como un actor más, que genera competencia, contribuyendo a construir un modelo energético más flexible, que reduzca el precio de la energía.

En cuanto a la movilidad eléctrica, ofrece la oportunidad, al sector que más depende de ella, la industria del automóvil (en un 95% de los derivados del petróleo), de generar bienestar medioambiental, social y bienestar económico. Al tener menos componentes de movimiento del vehículo, genera menos averías mecánicas y, por tanto, también se reduce el mantenimiento del vehículo.