Así lo han indicado este jueves el director general de Salud Pública, Antonio Molejón, y el jefe de servicio de Vigilancia y Alertas Epidemiológicas, Ismael Huerta, durante la presentación del informe 'Once años de tuberculosis en Asturias: 2007-2017'.
El estudio refleja que la enfermedad es más frecuente en hombres que en mujeres, con porcentajes del 65% y del 35%, respectivamente, y que las mayores tasas de incidencia se concentran en el grupo de más de 75 años (37% del total) y sobre todo en zonas rurales y semiurbanas.
En concreto, en 2017 se contabilizaron en el Principado 107 casos, frente a los 257 registrados en 2007. La tasa de incidencia se redujo en esos diez años de 23,9 a 10,4 casos por cada 100.000 personas.
"Estas cifras son similares a las de los países más avanzados de Europa y se sitúan ligeramente por encima de la media nacional, igual que ocurre con las demás comunidades de la cornisa cantábrica y con Cataluña", según señalan desde el Gobierno asturiano en nota de prensa.
El 90% de los nuevos casos se dan entre personas de nacionalidad española, frente a un 10% de extranjeros afectados que, en su inmensa mayoría (82%), se infectan en España.
La tuberculosis pulmonar exclusiva se mantiene como la más común (69% de los casos). Además, aunque se trata de una enfermedad de declaración obligatoria, el 28% de las afectaciones no se declaran, por lo que resulta necesario el apoyo y esfuerzo de los servicios sanitarios para completar la información real sobre la enfermedad en Asturias.
227 ALERTAS Y 14 BROTES
Salud Pública ha participado en el período analizado en 227 alertas y 14 brotes de tuberculosis que han afectado a 3.583 personas con riesgo de contraer la infección y 286 personas con tuberculosis confirmada, de las cuales 232 precisaron hospitalización y entre las que hubo 11 fallecimientos.
Los factores de riesgo más frecuentes son el tabaquismo (21,3% de los casos), el contacto con otros afectados por la enfermedad (14%), la diabetes (11,5%), el alcoholismo (9,4%) y la neoplasia, la silicosis y la inmunosupresión, cada uno de ellos con valores cercanos al 8%.
La tuberculosis se produce por un tipo de bacterias (micobacterias), afecta principalmente a los pulmones y se contagia básicamente por vía aérea. Sin embargo, tras la infección, solo el 10% de las personas desarrollarán la enfermedad; la mitad de ellas, en los dos primeros años.
Esta patología se puede curar si se siguen correctamente las pautas médicas y se completan los tratamientos, que suelen durar varios meses. Para lograrlo, son muy importantes varios factores: la detección temprana, el seguimiento intensivo de los casos y el estudio riguroso de las personas que mantienen contacto con enfermos.
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