En busca y captura el motorista que atropelló mortalmente a un joven

Sus padres, José y Nancy, están destrozados. También su hermano y su hermana, compañeros y profesores del Instituto Miguel de Cervantes.

José Pablo Ibarra Chávez, de 15 años y de origen ecuatoriano, fue incinerado este jueves en el cementerio de San Fernando.

Falleció este martes en la UCI del Virgen Macarena, donde fue intervenido dos veces tras sufrir un traumatismo craneoencefálico.

El menor murió ocho días después de que fuera atropellado brutalmente por un motorista cuando cruzaba, a la 1.30 h de la madrugada del pasado 3 de marzo, un paso de cebra en verde, en San Jerónimo.

«Mi hijo era muy bueno y se ha ido por un irresponsable que se lo llevó por delante y lo arrastró 4 ó 5 metros», se lamenta el padre, quien cuenta que el motorista conducía ebrio e intentó fugarse, algo que impidieron los testigos que vieron el trágico suceso.

Sobre el culpable de este delito pesa una orden de busca y captura, según ha informado la Policía a la familia.

«No entiendo cómo, cuando mi hijo estaba en coma en el hospital, el juez lo dejó libre», afirma José, quien pide justicia y al autor que se entregue.

«Esto no puede quedar así. Quiero que cumpla la pena y pague por ella», dice José.

Los profesores de José Pablo han hecho una colecta para ayudar a los padres a pagar la incineración. «Son muy humildes», dice una maestra, rota por lo sucedido.

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