El comité ha rechazado la propuesta de la empresa votada en referéndum este martes por lo que este miércoles han iniciado los paros parciales, en horario de 18.00 a 22.00 horas y que se volverán a repetir este viernes, 22 de marzo, entre las 08.00 y las 12.00 horas.

"A pesar de que Avanza ha abierto vías de acercamiento, el comité de empresa vuelve a despreciar cualquier esfuerzo realizado por la Empresa y mantiene los paros parciales".

Desde la dirección de Avanza se ha reiterado que esta movilización es "oportunista" y está basada en una reivindicación de cambio de horarios del servicio, que se han ajustado hace menos de año y medio, y que, "como sabe perfectamente el Comité, es competencia exclusiva del Ayuntamiento y Avanza no puede decidir, como quedó reflejado en la reunión tripartita" del pasado lunes 18 de marzo, en la que participaron responsables municipales, Avanza y el propio comité.

Además de la modificación de los horarios, el comité ha exigido la "amnistía" de todos los expedientes disciplinarios, ninguno de ellos por retrasos justificados del servicio y por lo tanto algo "irrenunciable" por parte de la empresa, así como la "no obligación" por parte de los conductores de ayudar a las personas en silla de ruedas a acceder al autobús desplegando la rampa manual.

DIÁLOGO

Avanza, en su línea de ofrecer diálogo y opciones para alcanzar acuerdos, ha presentado una propuesta que recoge otros puntos demandados por el comité y que, a pesar de considerarlos importantes, "carecen de contenido de peso para justificar una huelga", ha considerado la concesionaria del transporte de autobús en una nota de prensa.

El comité de empresa "ha despreciado" el contenido de dicha propuesta sin ni siquiera analizarla desde una perspectiva seria, ni profesional manteniendo la convocatoria de paros, ha afeado la dirección de Avanza.

"A pesar de la falta de justificación de esta huelga, Avanza mantiene su disposición negociadora y continúa abierta al diálogo como única vía para alcanzar acuerdos fructíferos para ambas partes sin que medien presiones, chantajes ni amenazas a la población de Zaragoza ni a la empresa".

Asimismo, la empresa ha lamentado las molestias que esta huelga va a ocasionar a los clientes del servicio de autobús urbano y ha asegurado que "hará lo posible" para reducir su impacto, dentro del "riguroso respeto" a la normativa vigente.