A pesar de que el cuerpo de la pequeña Mari Luz Cortés ya está enterrado, los interrogantes sobre su desaparición y muerte parecen estar lejos de ser esclarecidos. La familia quiere respuestas pero éstas no van a llegar, al menos de momento, de las autopsias realizadas según informa el diario ABC.

Según este medio, los forenses no han sido capaces de concluir tras practicar dos autopsias -la oficial y una particular encargada por los padres a Luis Frontela- si la pequeña fue asesinada o murió accidentalmente. El cadáver de la niña presentaba

Lo que si parece quedar claro es que la muerte ocurrió entre el momento de la desaparición y las 48 horas siguientes y que no fue agredida sexualmente ni estrangulada. No se descarta, sin embargo, asfixia, aunque es muy difícil determinar si murió ya en el agua dado el tiempo transcurrido y el deterioro del cuerpo.

Los agentes encargados de la investigación creen casi imposible que la niña

La edad de Mari Luz y su carácter son otros indicios que favorecen esta creencia ya que la niña, ni siquiera entraba sola al colegio, sino que tenía que acompañarla alguno de sus familiares.

Los investigadores están seguros de que alguien tuvo que ver algo la tarde del 13 de enero. En ese sentido, continúan las pesquisas respecto a dos personas que creyeron entrever a la niña. La ría está siendo peinada exhaustivamente y se está llevando a cabo una simulación de mareas. Se sabe que el cuerpo apareció uno de los días con mayor crecida desde la desaparición, según publica ABC.

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