Los vendedores de El Jueves celebran su mercadillo con "respeto" a la reordenación y con "mucha" clientela

  • Después de la intervención policial y de servicios municipales acometida en el mercadillo popular de El Jueves para hacer cumplir la nueva reordenación promovida por el Ayuntamiento de Sevilla para este evento semanal, los vendedores de este tradicional rastro han instalado una vez más sus puestos esta mañana, aunque "respetando" la delimitación estipulada por el Consistorio, según ha dicho a Europa Press el anticuario Ismael Páez.

Este vendedor ha reconocido que con la nueva delimitación dictada por el Ayuntamiento para que la celebración del mercadillo se ciña a la calle Feria y la plaza de Montesión frente a su expansión descontrolada, "hay menos espacio" para los puestos. No obstante, ha aplaudido que la Policía Local haya protagonizado un nuevo despliegue este jueves, interviniendo ante todo aquel género que no se ajustase al espíritu del evento, destinado a la comercialización de antigüedades y objetos singulares o de coleccionismo.

Según este vendedor, los agentes habrían actuado ante "muchos" puestos que tenían a la venta "ropa usada, calzado" o aparatos electrónicos, lo que le ha llevado a apoyar que se esté "limpiando" El Jueves de mercancía ajena a la tradicional. "Tenemos que ser selectivos con el género", ha insistido, asegurando además que a la nueva celebración de este rastro ha acudido "mucha gente".

Finalmente, y al igual que otros vendedores, ha señalado la necesidad de "cambiar" la dirección de la asociación que agrupa a los vendedores de este mercadillo, pues los "problemas internos" y la falta de "organización" de la asociación habrían pesado especialmente en la deriva de El Jueves. Y es que según Páez, ante los primeras gestiones del Ayuntamiento para mejorar la celebración del evento, los responsables de la asociación se habrían "lavado las manos", motivando la conocida intervención policial de la semana pasada.

LA REORDENACIÓN DEL JUEVES

Como refleja la hemeroteca, allá por 2010, el Ayuntamiento de Sevilla y la asociación de comerciantes del mercadillo popular de El Jueves, cuyos orígenes se remontan al siglo XIII, firmaban un convenio de colaboración para que este mercado de antigüedades y objetos de segunda mano incorporase la identificación y delimitación de sus puestos de venta, regidos además por un horario determinado.

El convenio en cuestión regulaba la instalación de los 124 puestos de venta autorizados en 2001 por lo que a sus dimensiones, localización y "correcta identificación" se refiere, dado que ambas partes señalaban entonces que el "intrusismo" es uno de los principales problemas que afronta este mercadillo popular.

Además, las partes acordaban un horario concreto para la celebración del mercadillo, concretamente entre las 07,00 horas y las 15,00 horas de cada jueves del año, a excepción del Jueves Santo, mientras los comerciantes se comprometían a recoger debidamente los puestos de venta del mercado.

En ese sentido, fuentes municipales han indicado a Europa Press que desde entonces, este mercadillo popular se ha expandido por diversas calles más allá de la calle Feria, incorporando algunos puestos de venta productos ajenos a las antigüedades y artículos singulares. Tal extremo, según el Consistorio, estaba suscitando incidencias en materia de accesibilidad, limpieza y convivencia, extremo por el cual en los últimos tiempos se propuso una "reordenación" del mercadillo para atajar tales problemas.

LA ÚLTIMA PROPUESTA

Según el Ayuntamiento, en la última reunión con la asociación de comerciantes del mercadillo popular de El Jueves se trasladó a los vendedores que para "garantizar" la accesibilidad, las vías de salida ante cualquier incidencia de seguridad y la convivencia, el mercadillo debía acotarse a la propia calle Feria y la plaza de Montesión, con sólo los 124 puestos reconocidos en 2010, extremo que comenzaría a ser aplicado desde marzo.

En ese sentido, y tras la mencionada y reciente intervención policial, saldada con la retirada de los puestos de venta no autorizados o instalados más allá de la delimitación estipulada, Francisco García, uno de los vendedores, manifestaba a Europa Press que no resulta "viable" reducir el espacio con el que contaba este mercadillo, porque entre las antigüedades en venta figuran "cómodas, sillas, arcas y otros muebles" y con "dos metros" cuadrados por puesto, por ejemplo, no es suficiente. "Han reducido el espacio a la mitad", aseveraba.

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