Le apalean y roban en su casa de Combarro

  • Los ladrones atacaron el chalé a cara descuberta. 
  • Las víctimas terminaron en el hospital y con 12000 € menos. 
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Así quedó la vícima después de la paliza de los ladrones
Así quedó la vícima después de la paliza de los ladrones
Así quedó la vícima después de la paliza de los ladrones

El miedo se pasea por las calles de Comarro. El motivo son las amenazas de muerte, agresiones físicas y un robo valorado en 12.000 euros que sufrió un vecino del minicipio y su mujer. Es el resultado de un asalto cometido por una banda de tres individuos en Combarro, en un chalé situado en la zona de O Xuviño.

El matrimonio propietario del inmueble sorprendió a los ladrones, a cara descubierta y sin portar armas aparentemente, en plena faena en la tarde noche del lunes. Sin poder pedir ayuda ni recuperar lo sustraído, el marido acabó en el Hospital con diversos traumatismos y su mujer con una crisis nerviosa.

La pareja formada por José Antonio Folla, de 56 años, y Dolores Barros, de 57, se topó con los delincuentes cuando regresaba de hacer deporte. El primero se dirigió a la parte baja de la finca y allí ya vio al trío en una de las terrazas tratando de escapar. Fue en ese momento, ya con el botín en las manos, cuando los delincuentes le agredieron con un adoquín en la cara y después, tendido en una escalera, a puñetazos.

Cuando la esposa, que había entrado ya en el inmueble, se percató de los que sucedía salió en su auxilio, pero los cacos la amenazaron de muerte en perfecto castellano, como había ocurrido previamente con el otro cónyuge.

Los propietarios de la vivienda fueron trasladados al centro hospitalario de Montecelo. La mujer fue atendida por un estado de alteración psicológica, mientras que el hombre tuvo que ser sometido a varias curas. .

La Guardia Civil interrogó a ambos e inició una investigación para capturar a los delincuentes, que se marcharon de la casa por su propio pie en dirección a Chancelas. Según habrían relatado las víctimas a los agentes de la benemérita se trataba de tres varones con una edad comprendida entre los 20 y 30 años. En su acento no advirtieron signos claros de nacionalidad extranjera, aunque en el cuerpo de seguridad creen que al menos alguno de ellos procede de América del Sur.

Qué se sabe de los cacos

El rastro de los ladrones parece que ha quedado patente en varios lugares de la casa, principalmente en una ventana que habrían empleado para acceder a la vivienda, emplazada en una de las tres plantas de la estructura. De su interior se llevaron anillos, pulseras y otros diseños en oro que tendrían un valor de unos 11.000 euros según los cálculos iniciales. Los otros 1.000 los consiguieron en efectivo.

Se cree que los atracadores habían vigilado ya antes la casa porque solamente probaron a entrar en esa planta. Además, su acceso se produjo en el corto período de tiempo que los dueños estuvieron fuera. Hasta las 18.30 horas habrían permanecido en su casa, mientras que apenas 90 minutos más tarde ya se encontraban de vuelta.

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