La alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón (Foro), y el jefe de Bomberos, Javier Álvarez Villazón, han coincidido este jueves en la necesidad de dotar de más efectivos a este Cuerpo para que la ciudad cuente con los medios acordes a su tamaño.

Así lo han indicado durante la fiesta de celebración del patrón de los bomberos, San Juan de Dios, en la que se han hecho entrega de distinciones a personas de la sociedad civil y de otras entidades e instituciones por su colaboración con este Cuerpo, y también a los efectivos recién jubilados.

Moriyón, por su lado, ha mostrado el apoyo indiscutible del Ayuntamiento a la reivindicación de los bomberos de contar con más efectivos y que Gijón alcance las dotaciones de otras ciudades de similar tamaño.

En este sentido, ha apuntado que si bien excede de la competencia municipal, el Ayuntamiento debe intentar que se autorice un incremento de medios personales, con referencia a las limitaciones que marca la ley estatal.

Asimismo, ha animado a que la seguridad quede al margen de disputas partidistas, al tiempo que ha indicado que requiere de acciones "claras y decididas".

Ha destacado, unido a ello, que es para ella un honor estar al frente de un Ayuntamiento que cuenta con un servicio como este. "Lo anteponen todo para salvar vidas", ha resaltado.

PROFESIÓN "ABSOLUTAMENTE VOCACIONAL"

Ha remarcado, además, la labor "absolutamente vocacional" de estos profesionales que llegan a poner en riesgo su propia vida. Una labor,

según ella, que se ha ganado el cariño de toda la ciudadanía y que "deja un rastro de gratitud y aprecio por donde pasan".

Villazón, por su lado, ha confesado, en declaraciones a los medios de comunicación tras el acto protocolario, la dificultad a veces de cubrir los servicios con el personal con el que cuentan, ya que en los últimos años se ha reducido el número de efectivos por turno de 18 a 15 o 16.

Una diferencia, según él, que aunque parece pequeña es "suficientemente elevada" como para permitir o no una segunda salida.

Es más, ha reconocido que hoy por hoy no podrían atender dos incendios simultáneos en la ciudad.

Ha indicado, a este respecto, que Gijón cuenta con 80 efectivos, cuando llegaron a ser 96, y que Santander tiene más de 120 mientras que Bilbao supera los 150.

Es por ello, que ha pedido que se les deje aumentar el número de efectivos, al tiempo que ha apostado por un cambio de modelo de servicio.

Con el proceso selectivo de 2017 a punto de finalizar, más las plazas aprobadas en 2018 y 2019, serán diez el incremento de efectivo, pero los que acceden por turno libre deben pasar antes un periodo de aprendizaje.

En cuanto al balance de 2018, el Cuerpo de Bomberos realizó un total de 2.272 intervenciones, de las que 468 fueron incendios, 1.526 salvamentos y 277 asistencias técnicas.

Villazón, a este respecto, ha señalado que se ha detectado un repunte de incendios en viviendas. Ha apuntado, además, que el incendio que ocurrió en 2017 en desguaces Riestra marcó "un antes y un después" y fue ejemplo de coordinación entre administraciones.

En el caso de 2018, ha recordado el incendio "violento" en un edificio de Prendes Pando en el que rescataron a seis personas. Hubo en ese caso mucho trabajo, "pero a la vez una satisfacción grande", ha reconocido.

UN "ANTES Y DESPUÉS" DE LA MUERTE DE ELOY PALACIO

También la muerte en acto de servicio del bombero ovetense Eloy Palacio ha marcado un antes y un después en la manera de enfrentar las intervenciones. "Hace pensar que esa tendencia antigua de que están exentos de determinadas normas hay que cambiarla", ha señalado,

para añadir después que ahora prima una visión de seguridad y eficacia. Ha incidido, en este caso, que por eso cuantos más efectivos, más seguridad.

Precisamente, desde un punto de vista de la seguridad, ha conminado a que se les tenga en cuenta en el Plan de Movilidad para garantizar su servicio, sobre todo ante el aumento de las peatonalizaciones. Y aunque cree que es la vía por la que se va y también la de más zonas ajardinadas, ve preciso dejar espacio para que puedan maniobrar.

Villazón, por otro lado, también ha observado un cambio de tendencia en el hecho de más mujeres se hayan animado a presentarse a los procesos selectivos y hayan llegado a la última fase.

Y es que en el parque de bomberos de Gijón solo hay una mujer, Ewelina Joanna Niwelt Nojnar, de origen polaco, que sacó la plaza hace 10 años. Esta ha agradecido el trato "maravilloso" de sus compañeros y ha asegurado que no se ríen de ella por ser bombera.

"Siempre fui rara y ahora estoy orgullosa de serlo", ha apuntado en declaraciones a los medios de comunicación sobre las cualidades y aficiones que le hicieron llegar a ser bombera, animada por el gimnasio al que iba y, como ella misma ha confesado, porque su altura no le daba para entrar en la Policía.

Por otro lado, durante el acto, se ha entregado un diploma de agredicimiento a Juan Prado Castañón; en reconocimiento por la colaboración y coordinación en las acciones llevadas a cabo por los bomberos en la lucha contra la proliferación del avispón asiático.

También se ha concedido un reconocimiento a Desguaces Cañamina S.L.; a María de la Paloma García Suarez, funcionaria del Ayuntamiento de Gijón; al Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Gijón; a Severino García Cancelos, Oficial de Oficios del servicio de bomberos; y al personal de mantenimiento eléctrico que presta servicio en contratas municipales.

Además, se ha reconocido la colaboración de Lucas García Fernández, Subinspector de la Unidad de Vigilancia Ambientalde la Policía Local; Jesús Valentín Mora Martín, Teniente de la sección fiscal de Gijón de la Guardia Civil; Luis Claudio Alperi Mitre; Inspector Delegado de Participación Ciudadana y Seguridad del Real Sporting.

Junto a ellos, se ha hecho entrega de las insignias a los jubilados del servicio y de una placa a los familiares de Carlos Arango Pérez, Técnico Protección Civil en Servicio de Emergencias delPrincipado de Asturias, fallecido hace un mes, en homenaje a su "intensa y entusiasta" colaboración con e Cuerpo de Bomberos. Al final del acto, se hizo una ofrenda floral por los bomberos fallecidos en 2005.