Las mujeres vascas tienen una renta media personal 10.118 euros menor que la de los hombres

  • BILBAO, 7 (EUROPA PRESS)
Ciudadanos en una calle de Bilbao
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AYUNTAMIENTO DE BILBAO - Archivo
Ciudadanos en una calle de Bilbao

La renta media personal de la mujeres en Euskadi es 10.118 euros menor que la de los hombres, mientras que la renta disponible es 7.973 euros más baja, según el informe 'Igualdad de mujeres y hombres 2019' que ha hecho público el Instituto Vasco de Estadística (Eustat) con motivo de la conmemoración del Día Internacional de las Mujeres.

El estudio recoge un capítulo dedicado a ingresos que la distribución de la renta disponible por edad y sexo en el que se muestra "una clara brecha a favor de los hombres" en todos los grupos de edad que "se mantiene incluso entre la juventud, aunque en menor proporción".

Las diferencias se acentúan con la edad, especialmente con la edad de jubilación, momento en el que la renta disponible de las mujeres es menos de la mitad que la de los hombres. Esta situación se aprecia hasta los 79 años y a partir de esa edad "las cifras de mujeres y hombres comienzan a aproximarse, sin llegar a igualarse en ningún momento".

La estadística del Eustat, elaborada en función de cifras correspondientes al ejercicio 2016, cifra la renta personal media de las mujeres vascas en 15.578 euros anuales y la de los hombres en 25.696 euros, lo que supone una diferencia a favor de los hombres de 10.118 euros.

Por su parte, la renta disponible, descontados gastos y retenciones, es de 13.315 euros anuales para las mujeres y de 21.288 euros anuales para los hombres, de manera que la diferencia entre ambos es de 7.973 euros.

Por otro lado, el informe explica que un 15% de las mujeres de 18 y más años no disponían de renta en 2016, cinco puntos más que en el colectivo de hombres.

Según explica el Eustat, la distribución de la renta personal media conforma "una pirámide poco simétrica", en la que los valores de las mujeres están concentrados en las categorías más bajas y los valores de los hombres en las categorías medias y altas.

El estrato de renta de 15.000 a 18.000 euros anuales es el punto de inflexión a partir del cual se sitúa una mayor proporción de hombres y es el estrato por debajo del cual la proporción de mujeres en estratos bajos es superior a la proporción de hombres.

Además, la cantidad de personas sin renta es casi 5 puntos porcentuales superior en las mujeres y la proporción de personas más ricas es tres veces mayor en los hombres que en las mujeres.

En función de los datos de 2016, la tasa de ocupación femenina entre 16 y 64 años es del 62,2%, por debajo del 68,9% de la población masculina. La renta personal media de las mujeres ocupadas es de 23.497 euros y la de los hombres ocupados en 33.140 euros, "una diferencia a favor de ellos de un tercio", según destaca el Eustat.

En el apartado dedicado a la renta familiar, la publicación recoge que un 3,06% de las familias encabezadas por mujeres de 18 y más años no tenía renta declarada en el año estudiado, frente al 1,95% de las familias encabezadas por hombres.

Entre las familias que percibían renta, los ingresos familiares medios cuando el perceptor principal es un hombre se cifra en 46.709 euros, de manera que estas familias se concentran en los estratos de renta intermedios y altos.

Sin embargo, cuando la perceptora principal es una mujer, la cifra se rebaja a 36.819 euros y las familias se concentran en los estratos de renta bajos. En concreto, el 9% de las familias con una mujer como perceptora principal se sitúa en el estrato de renta de 9.001 a 12.000 euros.

La publicación del Eustat señala, por otro lado, que las mujeres con empleo remunerado son cada vez más numerosas, de manera que, en función de los datos de 2018, el promedio anual de mujeres ocupadas se cifra en 435.700 y el de hombres en 482.600.

Las mujeres con edades comprendidas entre los 16 y los 24 años presentan una tasa de ocupación ligeramente superior a los hombres de esa edad, en concreto un 21,7% frente al 19,6%. Sin embargo, las tasas de ocupación en el resto de los grandes grupos de edad son superiores en los hombres y acentúan su diferencia con la edad.

La remuneración neta media de la población asalariada y asimilada se cifra en 1.292 euros para las mujeres, por debajo de los 1.647 euros para los hombres, en función de la encuesta de condiciones de trabajo de 2016.

El grupo de edad entre 30 y 44 años presenta la brecha salarial más alta, de un 23%, al contar con una media de 1.223 euros para las mujeres y de 1.594 euros para los hombres.

"MUY INSATISFECHAS"

Por otro lado, el estudio indica que, según cifras de 2017 de la Encuesta sobre la Conciliación de la vida laboral, familiar y personal de Eustat, el 18,8% de las mujeres ocupadas están "muy insatisfechas" con la colaboración que ofrece su pareja en la realización de las tareas domésticas.

La publicación recoge también un apartado dedicado a la población, que señala que, en función de los datos de 2018, las menores de 20 años suponen el 17% de las mujeres y las mayores de 65 años el 25%, mientras que en el caso de los hombres ambos colectivos rondan el 19%.

La tasa vasca, según datos de 2017, se sitúa en 7,8 nacimientos por mil habitantes, por debajo de la tasa media estatal (del 8,4) y de la tasa de la Unión Europea (del 9,9). El promedio de hijos por mujer es 1,4, en 2016.

La edad media de la maternidad se sitúa en 32,9 años y sólo el 56% de los nacimientos tiene lugar en el seno de parejas casadas, una de las cifras más bajas de los últimos años, según explica el Eustat.

Por otro lado, un 82% de las mujeres percibe su salud como buena o muy buena, en la Encuesta de Salud de 2018, por debajo del 87% de los hombres, aunque por encima de la media europea.

También la esperanza de vida de las mujeres vascas en el año 2016 se sitúa "entre las más altas de Europa", con 86,2 años, frente a los 80,3 años de los hombres.

En el año 2017, tres de cada cuatro mujeres fallecidas tenían 80 años o más (el 77%), frente al 55% de los hombres de esa misma franja de edad. Los tumores constituyen actualmente la principal amenaza a la esperanza de vida, de manera que las mujeres prolongarían su vida, sin ellos, 3,1 años, frente a los 4,5 años de los hombres.

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