El sistema electoral español se basa en las circunscripciones. Son las 50 provincias y las dos ciudades autónomas.

Pero en realidad, según las encuestas y las particularidades del propio modelo, sólo en 17 de ellas hay escaños cuyo destino sigue siendo una incógnita, los diputados que pueden resultar decisivos.

Desde 1979, y pese a que ya hay voces que piden una ampliación, el Congreso cuenta con 350 diputados. El cambio demográfico, muy vinculado en el sureste a la inmigración, ha provocado que cuatro provincias españolas ganen un representante.

En Alicante, Murcia y Toledo, ese nuevo escaño iría destinado al PSOE si se repitiesen los resultados de 2004, mientras que en Almería se iría para el PP.

Las que pierden diputados

Entre las que lo pierden, en Vizcaya el partido perjudicado sería el PNV, y en Soria y Córdoba,el PP. El caso de A Coruña, que pasa de 9 a 8 diputados, es más complicado, porque si se repitiesen los resultados de 2004 lo perdería el PSOE, pero las encuestas dan tal igualdad a los dos principales partidos que cualquiera puede ser el perjudicado.

En otras nueve circunscripciones hay diputados bailando, según las encuestas de campaña. En Cádiz, Teruel, León y Valencia, el PP puede arañarle un escaño al PSOE.

Mientras tanto, en Las Palmas y, si se les diese bien, en Cuenca, los socialistas se lo ganarían a los populares, en Santa Cruz de Tenerife se lo ganarían a Coalición Canaria. Madrid y Barcelona, por ser las provincias más pobladas y las que más diputados tienen asignados, son también las más imprevisibles.