Se trata de una marca "pensada en el sentido de mejorar el posicionamiento de nuestros productos, así como su conocimiento, difusión y visibilidad, tal y como ha destacado la consellera de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, Elena Cebrián, en la presentación de esta iniciativa, resaltando las calidades que los diferencian y potenciando la identificación y el consumo", ha informado la Generalitat en un comunicado.

Su icono es "un corazón que reúne los elementos más significativos de los productos ligados a nuestra tierra, según ha explicado la directora general de Política Agrícola Común y Desarrollo Rural, Maite Chàfer, junto los creativos de la empresa que ha diseñado la marca". "Por esto incluye el azul del mar, el amarillo del sol, el verde de los arrozales o el naranja y el rojo de los cítricos y vinos valencianos", han explicado.

Sus elementos representan así a las 20 figuras de calidad agroalimentaria diferenciada de la Comunitat Valenciana, es decir, 11 denominaciones de origen protegidas (DOP), cinco indicaciones geográficas protegidas y cuatro indicaciones específicas de bebidas espirituosas.

Elena Cebrián ha contextualizado la presentación de la marca en una línea de trabajo del Consell que impulsa a las figuras de calidad diferenciada, la agricultura ecológica y otras marcas relativas a la producción agroalimentaria de la Comunitat Valenciana.

Cebrián ha apelado a la conciencia de una de las grandes fortalezas de nuestro sistema agroalimentario, que es la combinación de la calidad de nuestros productos y la capacidad de mantener una oferta a lo largo de todo el año en mercados cada vez más exigentes.

EL PAPEL DE LA "CALIDAD DIFERENCIADA"

Productores de las tres provincias de la Comunitat Valenciana han participado en el acto para abordar desde diferentes puntos de vista el tema de la calidad diferenciada, el papel de sus figuras y la agricultura ecológica en el valor añadido del producto y en la valoración del territorio.

Han intervenido Pablo Calatayud, enólogo y propietario de la bodega Celler del Roure; Guillermo Edo, secretario de la DOP Carxofa de Benicarló, y Susana Ferrando, productora ecológica alicantina.

Lo han hecho en una mesa redonda compartida con David Bernardo López, investigador de la Universidad Miguel Hernández e Irene Zaera, del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), que han trabajado en diferentes estudios encargados por la Dirección General de Desarrollo Rural, así como el cocinero Pep Romany, del restaurante Pont Seco de Dénia.