Esta operación arrancó ante la existencia de varios afectados que habían dejado dinero a mujeres, cada uno por separado a una de ellas, con la promesa de que se lo devolverían, informa la Jefatura Superior de Policía en un comunicado.

Las presuntas estafadoras, mediante el acercamiento a las víctimas, supuestamente se ganaban su confianza para después contarles que estaban en una situación económica precaria e incluso que tenían un hijo enfermo, por lo que necesitaban dinero para costear el tratamiento.

En alguna ocasión, las sospechosas al parecer acudieron a las citas acompañadas de menores de edad y, tras pedir el dinero a los ancianos, les prometían que posteriormente se lo devolverían. De hecho, se ofrecían a acompañar a los hombres a las sucursales bancarias con la excusa de ayudarles a realizar las extracciones o gestiones de forma segura.

Valiéndose de artificios y engaños similares lograban en ocasiones acceder a los domicilios de los afectados, bajo el pretexto de procurarles ayuda o algún tipo de asistencia. Entonces aprovechaban sus momentos de descuido para sustraerles el dinero o los objetos de valor que tenían en sus casas. Uno de ellos llegó a entregarle hasta 80.000 euros en varias entregas.

Una vez identificadas, las tres fueron localizadas cuando una había quedado con un hombre de edad avanzada para que le dejara dinero en una cafetería, mientras que las otras dos se mantenían a una distancia prudencial prestando cobertura.

Por todo ello, fueron detenidas como presuntas autoras de los delitos de estafa, hurto y organización criminal. Las cantidades sustraídas ascienden a un total de 120.000 euros, aunque podría haber más víctimas que no han denunciado.

Las tres arrestadas, todas de origen rumano y una de ellas antecedentes policiales, ya han pasado a disposición judicial. La Policía Nacional sigue con las pesquisas para esclarecer los hechos y localizar a otros posibles afectados.