Los agentes estaban realizando servicios de seguridad ciudadana en esta localidad cuando observaron a una mujer con un niño en brazos dirigiendose, visiblemente alarmada y solicitando auxilio, al centro de salud para que se atendiera a su hijo, que había ingerido, de forma accidental, varios comprimidos de un fármaco.

Dada la gravedad del menor, el médico del centro de salud determinó la conveniencia de su traslado urgente al Hospital General de Ciudad Real y, previendo que el desplazamiento de una ambulacia hasta la localidad podía demorar un tiempo vital para la salud del menor, por iniciativa de los agentes de la Guardia Civil, fue trasladado en un vehículo oficial, junto con su madre, al servicio de Urgencias de este centro sanitario.

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